El difícil reto de Núñez Feijóo

Alberto Núñez Feijóo tiene ante sí el reto de evitar que el intento de investidura le pase factura en un futuro próximo. Tras ser designado por el Rey, después de la preceptiva ronda de consultas con representantes de los partidos que han acudido a la cita, el presidente del PP se estrenará en la tribuna del Congreso presentando su programa de gobierno, que no podrá ser muy distinto del que ofreció durante la campaña electoral y con el que ha conseguido 137 escaños, que sumados a los de Vox no le dan para ser investido presidente del Ejecutivo. Si su candidatura no prosperara durante el pleno de los días 26 y 27 de septiembre, le llegará el turno a Pedro Sánchez. Tras el portazo del PNV, Feijóo no tira la toalla. No sabe de dónde sacar los cuatros votos que le faltan, pero quiere que el propio intento, a caballo de la responsabilidad y la institucionalidad, sea su mensaje de cara a una posible repetición electoral.
La votación de la Mesa del Congreso anticipa que, salvo sorpresa, Feijóo tiene prácticamente cerrado el paso a cualquier opción de formar Gobierno. Pero, frente a las cesiones que ya ha hecho el PSOE hasta colocar a Francina Armengol y las que hizo en la anterior legislatura, el líder del PP intentará que su discurso ante la Cámara ponga en evidencia que existen alternativas para la gobernabilidad que no pasan por poner el país en manos de Carles Puigdemont, cuyo objetivo declarado es romper España.
El dirigente gallego es consciente de que por ahora no le salen las cuentas para su investidura, pero estas cuatro semanas le proporcionan tiempo y oportunidades para ganar peso político ante el electorado y también ante su propio partido. Las actitudes anticonstitucionales de las fuerzas secesionistas hacen factible pensar en una repetición de las elecciones generales después de la próxima navidad.