Feijóo, candidato a la investidura

Tras la preceptiva ronda de consultas con los grupos parlamentarios, el Rey ha propuesto a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la presidencia del Gobierno. El jefe del Estado ha cumplido así con su papel constitucional y, además, con diligencia para no alargar el periodo de provisionalidad. Como es conveniente salir cuanto antes de la interinidad que conlleva un Gobierno en funciones, parece lógico que intente lograr la investidura el líder político que en este momento cuenta con más apoyos reales, aunque posteriormente pueda no lograrlo. Feijóo necesita cuatro votos (la mayoría absoluta está en 176), pero a Pedro Sánchez por ahora aún le faltan más. En un contexto de incertidumbre, propiciado por quienes no han acudido a la cita con el Monarca (Junts, ERC, Bildu y BNG), es plausible proponer al candidato más votado con objeto de activar el plazo para la investidura, sabiendo que si no obtiene los apoyos que necesita habrá una segunda oportunidad con otro candidato tras una nueva ronda de consultas.
Con fidelidad a lo dispuesto en la Constitución, don Felipe ha activado el mecanismo de investidura. Comienza así el inicio de la cuenta atrás para que en dos meses, si la primera investidura resulta fallida, deban convocarse nuevas elecciones en el caso de que las negociaciones entre las formaciones políticas no lleguen a buen puerto. Es responsabilidad de los partidos el organizarse para evitar otra repetición electoral, la tercera desde 2015. Deben ser conscientes de que el país necesita un Gobierno que se dirija a la mayoría social y busque acuerdos desde la centralidad, no solo para aprobar reformas estructurales, sino para atajar la división entre ciudadanos que ha crecido en las últimas legislaturas. El dictamen de las urnas el pasado 23 de julio fue para impulsar un Ejecutivo moderado y estable.