Por
  • Juan Domínguez Lasierra

Poesía en la Biblioteca

Biblioteca de Aragón.
Biblioteca de Aragón.
Efe

Apesar de que todo el día ha estado lloviznando, el salón de la Biblioteca de Aragón se ha llenado de público. Y eso que van a presentarse dos libros de poesía. Y luego dirán que la poesía no atrapa. Pues atrapa, sin lluvia y con lluvia.

Pero, claro, es que quienes presentan son dos lumbreras. Celia Carrasco, la joven escritora e investigadora que, pese a su juventud, ya tiene un currículum de impresión, y el profesor Alfredo Saldaña, nada menos. Así que no es de extrañar el llenazo de la Biblioteca. Para más inri quien convocaba era Olifante, con la presencia de su promotora, Trinidad Ruiz Marcellán, que además ejerció de conductora de la sesión con buen arte.

Celia Carrasco nos daba a conocer el libro ‘Rupestre’, que recoge buena parte de su poesía editada en diversas publicaciones. Curiosamente, el primer poema del libro se titula ‘Tarde de lluvia’, como si fuera premonitorio. El libro lleva prólogo del maestro, Alfredo, y una solapa de María Ángeles Pérez López. Fue presentado por Díez Pellejero, que destacó el carácter rompedor de su escritura y a la par la madurez de la misma. Celia, por su parte, habló con sabiduría de las características su obra poética y leyó unos cuantos poemas.

El profesor Saldaña trajo a la sesión sus últimos poemas, ‘La acción es el frío’, con prólogo de su alumna-maestra, según sus mismas palabras. Celia es capaz de decir que, en libros anteriores, Saldaña "ya había brotado como palabra a la intemperie, un aire de paloma en el margen oblicuo de un camino nevado por las voces del silencio, la plenitud vacía de un latido en la estación de las cerezas congeladas". Alfredo fue presentado por la doctora venezolana María Paz Guerrero, que analizó magistralmente la obra del autor, que también habló por extenso de su obra y leyó algunos poemas.

Trinidad nos animó a intervenir y yo me atreví a señalar un cierto parentesco poético entre la obra de la alumna y el maestro, a lo que Celia y Alfredo respondieron sobradamente. Ambos parten de una formación humanista que ha forjado las claves de su escritura.

A la salida tuve ocasión de hablar brevemente con el profesor Antonio Pérez Lasheras y con Marina Heredia, responsable de la editorial Los Libros del Gato Negro, que está dando a la luz a muy interesantes producciones de la creatividad aragonesa. También pude saludar a Fernando Sanmartín, que me preguntó por mis proyectos. «¡Pero si ya no tengo proyectos, si ya lo he escrito todo…!», le respondí casi apocalípticamente. Y le añadí: "Para qué quiero proyectar nada… para acumular polvo entre mis inéditos…".

Y saludé a José Luis Acín y a la pareja más feliz del universo (esto es mío), los enormes artistas Iris Lázaro y Eduardo Laborda. Y hablé con la joven poeta María Martín, que hace unas fechas nos deslumbró en la tertulia poética del Ragtime, el café cantante que en estos últimos tiempo ha dado cauce a la joven poesía aragonesa, con la propia Celia Carrasco entre otros jóvenes vates como Alejandro Bona y Olga Sanz.

Afuera ya no llovía. Solo la poesía llovía.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión