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Cartas al director de HERALDO: Profesores técnicos de Formación Profesional

Profesores técnicos de Formación Profesional
Profesores técnicos de Formación Profesional
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Profesores técnicos de Formación Profesional

Soy profesor técnico de Formación Profesional (PTFP). La Administración nos necesita para que enseñásemos las asignaturas de las especialidades técnicas que no tienen una carrera universitaria detrás donde estos conocimientos se impartan.

Somos los PTFP los que, igual que los demás, tenemos que aprobar una oposición para formar parte del cuerpo de profesores al que pertenecemos, y ahora un real decreto ley nos envía a la extinción. Este decreto se justifica en que todos los formadores debemos tener estudios superiores para poder ejercer como tales; lo que, como premisa, no estaría mal, pero no se ha tenido en cuenta que hay formaciones profesionales que no están sustentadas por carreras universitarias; véase: peluquería, automoción, soldadura, pastelería, carpintería y un largo etcétera. Ahora, la administración autonómica les ha dado la oportunidad a los PTFP que posean algún título universitario (aunque no tenga nada que ver con la especialidad) de integrarse al cuerpo de Profesores de Secundaria, dejándonos fuera a los demás. Con esto se da la paradoja de que siendo profesor de Carpintería y teniendo una carrera de Turismo puedas ejercer y cobrar como profesor de Secundaria en la especialidad de Carpintería. Lo que pedimos los PTFP es algo tan sencillo como que regulen nuestra situación al igual que lo han hecho en otras autonomías; que no caigan en el sinsentido que he expuesto para discriminarnos y que nos dejen seguir trabajando en lo nuestro donde, por formación, somos los únicos capacitados para hacerlo. Es fácil, mismo desarrollo profesional, misma categoría, mismo salario. Pedimos respeto por nuestra profesión y una garantía de porvenir para nuestros futuros profesionales.

Miguel Martínez. ALMUDÉVAR (HUESCA)

Votar bien

Llevamos unas cuantas elecciones en varias comunidades autónomas que han sido consideradas como la antesala de lo que pasará en las siguientes elecciones generales. Da igual que el presidente autonómico o la principal fuerza de la oposicion haga una buena labor, que si la ciudadanía siente o ciertos medios de comunicación quieren dar la sensación de un país en horas bajas, a la hora de votar los electores se verán influenciados por lo que Núñez Feijóo diga. En tal caso, ¿de verdad la gente sabe votar? ¿Quiere el alcalde que sea la gente la que vote al alcalde, o se quiere que un presidente nacional sea influencia para que se vote a un alcalde elegido a dedo?

Alejandro Sánchez Doñagueda. ZARAGOZA

Amor a unos colores

Es habitual en el fútbol oír frases de sentimientos y fidelidad de jugadores al club. Pero si hay alguien que de verdad lo siente, ese es Alberto Zapater. Un ejemplo de amor a unos colores, un vínculo indestructible durante muchos años en su pasado zaragocista. Pasión a flor de piel, sufrimiento, alegría y devoción en su estado más puro. Siempre que sale al campo lo hace con orgullo por lucir los colores del equipo de su tierra y que él ha vivido desde la cuna. No importa que el equipo de sus amores deambule año tras año en una categoría indigna por historia y ciudad, muy alejada de tiempos pasados, él comparte sentimientos con esos miles de aficionados que en la vetusta Romareda sufren con una derrota y disfrutan con la victoria de su equipo. Son emociones que nunca aflorarían sin esa lealtad al equipo de sus amores. Capitán de la tropa zaragocista, siempre defendió el escudo que lleva bordado en el pecho con uñas y dientes, sin un mal gesto. Decir adiós no significa nada, en el recuerdo quedan el jugador que lo dio todo por su Zaragoza y el eco del canto de toda una afición: "¡Zapater, Zapater, Zapater, te quiero!".

Daniel Gallardo Marín. GARRAPINILLOS (ZARAGOZA)

Trabajo en equipo y participación

Para que el trabajo en equipo sea productivo hace falta un espíritu de equipo sólido y positivo. Pongamos como ejemplo el fútbol. Además de la labor esencial del entrenador, los resultados van a depender de la competencia de los jugadores, de la armonía entre ellos, el llevarse bien y el vivir los colores del club. La sinergia se produce cuando el resultado total es mayor que la suma de sus partes. Un equipo bien conjuntado, con un buen líder, que puede ser el capitán, obtiene mejores resultados que otro con mejores jugadores, es decir, más caros según el mercado, pero que carezca de unión. El individualismo lleva al fracaso. Un equipo se realiza cuando es productivo, creativo y satisfactorio. En nuestro ejemplo, cuando gana partidos, elabora buenas jugadas y los futbolistas salen del campo contentos alegrando a la afición. Para superar una situación difícil es necesario hacer una autocrítica y tener claro a dónde llegar. Aparte de la competencia de cada uno es muy importante la motivación, el desempeño mediante el esfuerzo y el compromiso. Estas características se pueden extrapolar al mundo de la educación, de la Iglesia y de la empresa. En la mía, hicimos la experiencia de hacer un trabajo en equipo a través de un foro ‘on line’. Fue un estrepitoso fracaso. Hace falta verse, hablar mucho sobre cómo plantearlo y cuesta más tiempo que si lo hicieras individualmente, pero tiene la ventaja de la participación efectiva y del trabajo en común inteligente.

Javier Pueyo Usón. ZARAGOZA

Te van a levantar

A lo largo de nuestras vidas, se cruzan en nuestro camino una cantidad innumerable de personas, entre las cuales unas nos van a marcar más, otras menos, e incluso algunas que ni repararemos en que están ahí. Eso no está mal, ya que los humanos somos seres sociales, y el hecho de estar rodeados de gente nos ayuda a sentirnos queridos, a sentir que hay alguien ahí para apoyarnos en nuestros malos momentos. Porque las personas vienen y van y, aunque haya tardado más tiempo del que debería, he llegado a la conclusión de que hay unas personas que nunca te dejan de lado: los padres. A pesar de mis errores, mis fracasos y mis malos momentos, mis padres han estado ahí, apoyándome y animándome a seguir, y por muchas veces que haya caído, han estado ahí para levantarme, sabiendo que desde el principio tenían razón. Mis padres han demostrado a lo largo de los años que lo que querían era lo mejor para mí; me han dado una educación brillante, preocupándose siempre por mi bienestar y respetando mis gustos, aunque en muchas ocasiones no coincidiesen con los suyos. Todo el mundo debería darse cuenta del gran papel que hacen los padres en nuestras vidas, así como darse cuenta de lo agradecido que se debe estar de tener a esas dos personas que te quieren ver feliz pase lo que pase. Lo único que queda por decir es gracias, gracias, por no rendiros nunca, papás.

Pablo López González. ALCAÑIZ

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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