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Cartas al director de HERALDO: El legislador y su noche en la ópera

El legislador y su noche en la ópera
El legislador y su noche en la ópera
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El legislador y su noche en la ópera

Se acuerdan ustedes de aquel diálogo entre Harpo y Groucho Marx de "la parte contratante de la primera parte…"? No soy experto en leyes, pero creo que llevamos unos años en los que el legislador da rienda suelta a su satírica imaginación de la misma forma que lo hacían los hermanos Marx. 

Y a las pruebas me remito con la penúltima ocurrencia del legislador. Por cuestiones de trabajo consulté hace unos días la modificación más reciente del ‘Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo’. Bien, pues resulta que esta modificación (una cuestión de prevención de riesgos laborales) aparece como disposición final primera en el ‘Real Decreto-Ley 4/2023, de 11 de mayo, por el que se adoptan medidas urgentes en materia agraria y de aguas en respuesta a la sequía y al agravamiento de las condiciones del sector primario derivado del conflicto bélico en Ucrania y de las condiciones climatológicas, así como de promoción del uso del transporte público colectivo terrestre por parte de los jóvenes y prevención de riesgos laborales en episodios de elevadas temperaturas’. ¿Y qué tienen en común la sequía, la guerra en Ucrania, los descuentos en transporte para jóvenes y la prevención de riesgos laborales, para que aparezcan en la misma norma reglamentaria? La respuesta es que nada. Parece que, una vez más, el legislador monta su particular ‘camarote de los hermanos Marx’ (saquen ustedes sus propias conclusiones sobre las intenciones del legislador). Hay una diferencia importante entre un camarote y el otro: ‘Una noche en la ópera’ es una película hilarante de los Hermanos Marx, mientras que la película que nos vuelve a presentar el legislador no hace ninguna gracia.

José Francisco Muñoz Villalba. SABIÑÁN (Zaragoza)

Deficiencias a corregir

Nuestros gobernantes, en lugar de dedicarse a solucionar los problemas, se dedican a atacar a sus adversarios._Así, en Zaragoza es competencia del alcalde evitar deficiencias fáciles de solucionar. Las que se enumeran a continuación son las que deben solucionarse preferentemente, por beneficiar a más ciudadanos que, por ejemplo, la adecuación del estadio de La Romareda. Primero, suciedad por colillas y envases._Se precisa hacer pedagogía de lo inadecuado de esa costumbre, multando a los infractores. Es falta de civismo que además origina gastos innecesarios de limpieza. Los fumadores contumaces pueden llevar una cajita donde depositar temporalmente las colillas. Segundo, uso indebido de patinetes eléctricos: usuarios imprudentes que circulan sin ninguna formación a excesiva velocidad y en zonas reservadas a los peatones; se debe imponer alguna especie de licencia que permita denegar su renovación. Y hay alquiladores descuidados que colocan los patinetes donde les conviene sin tener en cuenta las molestias. Las autoridades deben reglamentar las actuaciones de los alquiladores y el cobro de una tasa a los usuarios._Se aprecia un número excesivo de patinetes, la Administración debe fijar su número máximo. Tercero, pintadas en las paredes. Se propone que los responsables del cuidado de la ciudad persigan y corrijan a los grafiteros y eliminen las pintadas. Cuarto, prohibición de tender ropa al exterior de las viviendas. Hay otros lugares en los que se puede tender sin dañar el aspecto de la ciudad. La solución de estas deficiencias es responsabilidad de la autoridad local y es conveniente dedicar a ella capacidad y energía y no dedicarse únicamente a atacar a la oposición o a empresas brillantes en el futuro y desatender carencias más precisas de soluciones. Si los actuales responsables de la ciudad no son capaces de solucionarlas, deberán ceder su responsabilidad a otros más capaces.

José R. Paño Lalana. ZARAGOZA

El Conservatorio ‘Provisional’ de Música

Señores políticos de Aragón y concretamente de Zaragoza, me parece una vergüenza que los ciudadanos paguemos los impuestos y a cambio no reviertan en mejoras para la ciudadanía. En este caso, en el Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza, dependiente del Gobierno de Aragón, los estudiantes pagan sus matrículas y sus cuotas correspondientes para cursar la carrera profesional de Música, pero la Administración pública no pone los medios adecuados, tanto para los profesores como para los alumnos matriculados. No puede ser que las aulas sobrepasen el límite permitido de alumnos y que el Gobierno de Aragón (Consejería de Cultura) no aplique la normativa correspondiente relativa a los estudios superiores de Música. Además es inhumano el trato que reciben los profesores y alumnos, hacinados en un edificio obsoleto, inadecuado y sobresaturado en la calle San Vicente de Paúl. Y lo más grave es que tengan que desplazarse con los instrumentos a otro centro educativo por falta de espacio para las clases lectivas e instrumentales. Vayan tomando nota en los programas electorales de sus partidos políticos de cara al próximo domingo.

Pascual Enrique Gimeno García. ZARAGOZA

Autocrítica para la derecha liberal

Las políticas ‘progres’ llevadas a cabo por analfabetos demagogos con excesivo interés particular y nulo sincero talante social y con poco sentido de Estado, sin duda nos llevan a la ruina económica y social. Pero las políticas conservadoras-liberales necesitan un poco de sentido social para lograr que los que defendemos a España también defendamos a los españoles. España es el territorio, es su historia, su cultura... pero también son sus gentes, los españoles. Y para que todos luchemos por la causa común como es España, todos los españoles debemos sentirnos parte y no ser abandonados cuando uno se convierte en víctima inocente a causa de una crisis económica, política o social. La derecha ha de ser autocrítica y pensar más en una España que no piense que luchar por la justicia social o ser solidario únicamente consiste en adoptar con una donación de 30 euros al mes a un niño del tercer mundo del que no recuerda su nombre ni en qué país reside. El concepto de España es mucho más que lo que defienden los partidos de derechas y sus acomodados votantes. España debe ser la casa común de todos los españoles, la casa común que debemos mantener entre todos y entre todos debemos distribuir su riqueza, cada uno de acuerdo a sus posibilidades y merecimientos, pero ninguno de sus miembros ha de quedar injustamente descolgado o abandonado. Solamente con un poco de empatía hacia los españoles más desfavorecidos por parte de los gestores y votantes conservadores-liberales, España se convertiría en un auténtico paraíso.

Eduardo Félez Gutiérrez. CUARTE DE HUERVA (ZARAGOZA)

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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