Sequía, garantías y hábitos
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) prevé un verano "complicado" por la sequía que obligará a tomar medidas "progresivas y más intensas", pero garantiza el abastecimiento de consumo humano.
De momento, su junta de gobierno ha aprobado la creación de una comisión permanente para seguir la evolución de los recursos hídricos ante la "extraordinaria" falta de lluvias y la declaración de situación excepcional para el Segre, una medida que se extenderá en las próximas semanas a otros sistemas. Ante esta coyuntura, e inmersos estos días en una inusual ola de calor, es prioritario adaptar de una forma coherente las necesidades de los núcleos urbanos y de los sectores productivos más afectados con las previsiones de menor disponibilidad de agua.
Desde la CHE insisten en que la cuenca dispone de infraestructuras de regulación suficientes para garantizar el abastecimiento de boca, más allá de los problemas que puedan aparecer en las localidades que no tienen acceso a estas redes y que dependen de pozos o manantiales, a los que se les brindará apoyo. Sin embargo, lo que no está asegurado es otros usos del agua. Por ello es imprescindible adoptar medidas de ahorro y hacer llamamientos para hacer un uso responsable de los recursos hídricos. En este sentido, todos los ayuntamientos tienen que activar ya planes de contingencia con medidas de aplicación progresiva en función de severidad de la situación.
En Aragón, como en el resto del país, debemos ser conscientes de que no estamos ante un problema coyuntural, sino ante uno que se va a reiterar de modo continuo. Los científicos advierten que la actual sequía tiene un potencial inquietante y todo indica que la próxima puede presentarse antes de lo habitual. Estos hechos obligan a poner en marcha un cambio da hábitos en el consumo de agua tanto en las ciudades como en el campo.
