Por
  • Alejandro E. Orús

En terreno inseguro

Ángel Sanz Briz
Ángel Sanz Briz
HA

La vida, para qué negarlo, ha de ser mucho más fácil cuando todo está convenientemente etiquetado a nuestro gusto, cuando es el mundo el que se ajusta a nuestra mirada y no al revés. 

Aquellos temerarios que traspasan los terrenos seguros de lo predeterminado se adentran por vericuetos de dudas, a veces incómodas. Hay quien ha dado en identificar como filosofía ese deambular incierto, pero en ocasiones basta con una reflexión somera sobre la realidad para que las etiquetas pierdan su anquilosado rigor. Es un esfuerzo que se echa de menos en el debate público, pero se trata de una batalla perdida.

Nunca se destacará lo suficiente cómo las urgencias y la saturación actuales favorecen la visión dogmática del mundo así como la estricta clasificación del presente y de la memoria. Es este un vicio común del que se nutre el populismo, que aspira a ser una forma elevada –o ni siquiera eso– de sectarismo frente a los principios liberales que sostienen la tolerancia.

Ha pasado bastante desapercibido a este respecto el reciente rechazo de la Cámara Baja a conceder al aragonés Ángel Sanz Briz la medalla del Congreso. El llamado Ángel de Budapest, Justo entre las Naciones para Israel, salvó a unos 5.000 judíos del Holocausto nazi con argucias arriesgadas pero su condición de diplomático franquista, y el lógico conocimiento de las autoridades españolas de la época frente a otras versiones edulcoradas que atentan contra la inteligencia, ha pesado demasiado en un momento inconveniente. Y tampoco ha ayudado que fuera una iniciativa de Vox. Nadie podía esperar de ERC, el PNV o Bildu otra cosa que el público desprecio hacia esta figura a la que, por cierto, la alcaldesa Manuela Carmena sí concedió la medalla de oro de Madrid. Es el rechazo del PSOE el que otorga importancia a esta votación que, lejos de ser anecdótica, sirve de reflejo a toda una legislatura.

La memoria compartimentada, como ocurre con la cultura de la cancelación, se compadece mal con la realidad y sus complejidades. Con la de antes y con la de ahora. Las contradicciones y las paradojas morales surgen con mucha frecuencia sin que eso signifique otra cosa que el mundo gira hoy de la misma manera que lo ha hecho siempre.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión