Director de HERALDO DE ARAGÓN

Buscando el marchamo

Los partidos perfilan sus estrategias electorales.
Los partidos perfilan sus estrategias electorales.
HERALDO

Aun precio de 4,74 euros en Amazon y 4,99 en la web de JdeJ Editores se puede comprar el discurso de la moción de censura de Vox pronunciado por Ramón Tamames. 

Es el resultado final de un empeño poco atinado que de nada sirvió a sus promotores, pero que concedió aire a un Gobierno que aprovechó la oportunidad. La condición de los púgiles se mostró en desigualdad, permitiendo a Pedro Sánchez superar un procedimiento que se expresó trufado de una terrible falta de exigencia política. Nada pasó y muy poco quedará para los anales del parlamentarismo, ni siquiera el intento del PSOE por vincular a un ausente Alberto Núñez Feijóo con Vox. Optaron los populares por la distancia, aprovechando la coincidencia con un encuentro diplomático de Núñez Feijóo en la embajada de Suecia para mantenerse ajenos a lo que ocurría en el Congreso. Fue un ejercicio de simulada migración hacia otro país dejando claro que lo que hace Vox ni le preocupa ni le importa. Al menos, aquel día en la carrera de San Jerónimo.

Camina el PP hacia ese lugar donde cree descubrirse más cómodo, donde no alcanza el brazo de Abascal, y que permite a Núñez Feijóo flirtear con la posibilidad de ganar las próximas generales. Navega el PP en el centro y con un mensaje idéntico lo hace Jorge Azcón en Aragón, donde sabe que aquí solo se gobierna mediante un pacto. Mira hacia Vox y también hacia Teruel Existe, sabedor de que los últimos resultan incompatibles con los primeros, pero habiendo logrado a esta altura de la precampaña electoral que unos y otros se muestren dispuestos a escucharle. Habla Tomás Guitarte de líneas rojas si en la ecuación se incluye a Vox, pero lo que ya hace sin problemas, en abierta normalidad pública, es asegurar que ni PSOE ni PP quedan excluidos de una posible negociación futura. Quedará por descubrir cómo terminan encajando las piezas y si buena parte de la base sociológica de Teruel Existe, la que aseguran que procede del PSOE, se muestra dispuesta a un acuerdo con los populares.

Mientras los socialistas aragoneses siguen en situación de espera, preocupados por los efectos del contagio de lo que pasa en Madrid, el PP continúa con su rentable política de recolectar lo que les gusta de Ciudadanos, además de incorporar a Aragoneses a sus siglas. Nada viene mal y todo suma y el barniz aragonesista, aunque sin apenas tono y sin demasiado brillo, sirve para completar un nombre que se muestra en exceso premeditado: ‘Populares Aragoneses’. No queda claro si fue antes el huevo o la gallina, pero el anuncio de Elena Allué, sin sorpresa alguna, concede ese marchamo aragonesista.

Es el aragonesismo el término más codiciado y más en boga entre los partidos de la Comunidad. En estado de semiorfandad tras la decapitación del PAR -CHA mediante-, y afectado por una indefinición que le concede un deseo confluyente, el aragonesismo se ha introducido como un apellido que se amolda al discurso de las izquierdas y las derechas y que el PP ha sabido aprovechar. Queda muy poco tiempo para el 28 de mayo, un escaso margen que lo que está permitiendo confirmar es que estas elecciones van de sumas, de la capacidad para tener abiertas el mayor número de puertas a las que poder llamar la noche electoral.

miturbe@heraldo.es

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