Cuando la princesa Leonor recorra la Academia General Militar, el centro donde va a formarse durante el próximo curso, le mostrarán el museo y la sala de banderas. Allí están expuestos la enseña oficial más antigua de España y un ejemplar de la Constitución de 1978, un buen resumen de los valores en los que va a formarse, como los oficiales del Ejército español: la defensa de España y de los principios constitucionales.

La heredera llegará a una institución estrechamente vinculada a la sociedad aragonesa. La Academia General Militar se ubicó en Zaragoza por el empeño del Consistorio, que facilitó todos los trámites, desde los terrenos hasta los servicios de luz y agua. Desde entonces, es parte indisoluble de la vida de la ciudad. Su relación con la Universidad de Zaragoza es estrecha, y se traduce en la formación muy cualificada que imparte y en la organización conjunta del Curso Internacional de Defensa de Jaca, que ha cumplido 30 ediciones. También sufrió el zarpazo de ETA, en el atentado de San Juan de los Panetes, en 1987, contra un autobús de la Academia. Las víctimas fueron un conductor civil y un comandante de Ingenieros.

Leonor vestirá el uniforme militar, como su padre y su abuelo, y como lo han hecho las herederas de Suecia, Noruega y Holanda. Cuando llegue a la Jefatura del Estado, una mujer ostentará por primera vez el Mando Supremo de los tres ejércitos.

El camino de formación de la princesa Leonor es el de una mujer del siglo XXI, llamada a ser reina.