Puente al futuro

Foto de la apertura del Pabellón Puente de la Expo de Zaragoza, sede del Mobility City
Foto de la apertura del Pabellón Puente de la Expo de Zaragoza, sede del Mobility City
Laura Arnedo

El puente de la Cincomarzada no ha podido venir con mejor regalo: la apertura del Pabellón Puente como sede del Mobility Museum y, lo más importante, como espacio de referencia de la transformación del sector de la movilidad. 

Han pasado quince años desde que cerró la Exposición Internacional Agua y Desarrollo Sostenible. Para algunos, demasiado tiempo. Pero esta quizá sea una de esas ocasiones en las que podemos decir que lo que sucede conviene.

Las sucesivas crisis que hemos padecido no han favorecido el proceso de dotar de contenidos al edificio de Zaha Hadid, quizá el más complejo del conjunto. A cambio, la dilación ha servido para que lo que antes de la pandemia era complicado de explicar se haya hecho evidente. Estamos inmersos en un cambio de paradigma en el ámbito de la movilidad, que se ha acelerado en todos sus ingredientes: industria de la automoción, logística, energía, conectividad, digitalización, sostenibilidad… Que el Pabellón Puente, con el contenido que ha diseñado la Fundación Ibercaja, sea referente en el debate y el campo de pruebas de la transformación de la movilidad y las industrias asociadas, hacia una movilidad sostenible y conectada puede ser una gran oportunidad para Zaragoza y Aragón.

Ibercaja, que compró en los años setenta los terrenos donde se instaló General Motors, hoy Stellantis, y adquirió en 2004 el meandro de Ranillas para ganar la Expo, ha sumado con esta apuesta los dos compromisos: dar uso al Pabellón Puente, como asumió en 2008, y dárselo además contribuyendo a la transformación de la industria de la automoción. Un círculo virtuoso, siempre con visión de largo plazo, para el que cuenta con más de cincuenta empresas y entidades adheridas para hacer del pabellón de la arquitecta Zaha Hadid un auténtico puente al futuro.

La reapertura va a dar un nuevo y atractivo contenido al recinto de la Expo, que poco a poco ha ido llenando sus espacios. Que en un futuro próximo haya apartamentos para jóvenes será otro gran paso para que haya vida las veinticuatro horas del día.

El Gobierno de Aragón anuncia además que va a convertir el Pabellón de España en el Centro Aragonés del Talento. Signifique eso lo que signifique, ojalá sea pronto y el edificio abra sus puertas; lo haría además en el ámbito de la formación, uno de los posibles usos posteriores con el que lo diseñó el arquitecto Patxi Mangado.

Ya sólo faltará decidir qué se hace en el Pabellón de Aragón. La experiencia enseña que es mejor no llevar la contraria a los edificios. El Pabellón Puente, mientras se buscaba contenido, solo era reclamado para rodar anuncios de coches… y de ese hilo a la propuesta que ya pueden disfrutar los aragoneses, proyectada al futuro.

El Pabellón de Aragón se concibió como el contenedor de una gran pantalla de cuatro lados donde proyectar la impactante ‘Jota’ de Carlos Saura, bailada por Miguel Ángel Berna. Hoy, ese espacio reúne las mejores condiciones para mostrar proyecciones inmersivas, que tanto éxito tienen, desde que unas antiguas canteras de la Provenza se reconvirtieron en 2012 en ‘Carrières des Lumières’, para ofrecer este tipo de espectáculos, entonces muy novedosos. Por esa singular orografía han brillado Monet, Klimt, Da Vinci, Renoir o, actualmente, ‘De Vermeer a Van Gogh’. Si la DGA ha acondicionado el Pabellón Puente para hacerlo habitable, bien puede recuperar el Pabellón de Aragón para convertirlo en la sede de las proyecciones inmersivas y crear, junto al Acuario y al Mobility Museum, un triángulo de entretenimiento y pedagogía que, de paso, mejorará la oferta turística de la ciudad.

En tiempos de la Expo Internacional, las proyecciones inmersivas eran como del futuro. Hoy son realizaciones accesibles que sólo necesitan alguien que se aplique. Seguro que el Clúster Audiovisual de Aragón tiene mucho que decir para realizar producciones con contenidos aragoneses como Goya, Ordesa, el mudéjar, el esquí, #ríos y cascadas, el románico y, por supuesto, la jota que lo modeló. Lo mismo que el empresario del Acuario, que tanto ha puesto de su parte para sacarlo adelante. Este proyecto también podría ser turismo sostenible.

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