Por
  • Juan Domínguez Lasierra

La zarzuela en grande

Comedor social en la parroquia del Carmen en Zaragoza.
Comedor social en la parroquia del Carmen en Zaragoza.
Oliver Duch

La llaman el género chico, pero el pasado domingo, en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza la zarzuela brilló en grande. Era un acto organizado a beneficio de las actividades sociales de la parroquia del Carmen, que tanto hace por los más desasistidos, y fue un llenazo, que demuestra el interés por nuestra música más popular y la solidaridad de los zaragozanos. 

Era la XII Gala Lírica a beneficio del comedor social de la Parroquia protagonizada por el Teatro Lírico de Zaragoza con la participación del Grupo Folklórico D’Aragón y la colaboración del coro de Magallón y la Coral Polifónica ‘El Soto’.

Bajo la dirección musical de José Félix Tallada, orquesta y coros nos ofrecieron una antología de la zarzuela, ‘Aires de zarzuela’ se tituló el espectáculo, donde se interpretaron fragmento de lo mejor de nuestro repertorio zarzuelístico clásico: obras de Sorozábal, Chueca y Valverde, Guerrero, Manuel Nieto, Moreno Torroba y Tomás Bretón, en una primera parte, y Chapí, Guridi, Fernández Caballero, Alonso y Amadeo Vives, en la segunda.

Como guinda a este repertorio insuperable, la novedad de dos estrenos absolutos, dos piezas del propio maestro José Félix Tallada, ‘Obertura’ y ‘Aires de mi tierra’, con el chotís madrileño y la jota como protagonistas.

Todas las piezas lograron el aplauso unánime de la audiencia, que premió a la orquesta, a los coros y a los solistas, entre ellos Ana Martín, Manuel Tapia, Fernando Cosculluela, Pilar Sola, Carmen Muñoz, Carolina Mañeru, Miguel Serrano, Enrique Espallargas, Marian Ciprés, Viki Ferrer, Santiago Arcusa, Cristóbal Moncayo, José Manuel León…

Y hubo, como bis, un final apoteósico, con la participación incluso de un grupo de bailadores.

Hubo coros solo masculinos y femeninos, que dieron mayor variedad al concierto, como el ‘Coro de señoras’, de Manuel Nieto, donde las cantantes dieron muestra de cómo manejar con soltura el abanico.

La interpretación del ‘Coro de repatriados’, de ‘Gigantes y cabezudos’, fue especialmente impactante, e hizo soltar algunas lagrimicas entre la audiencia. Allí La Seo allá el Pilar… El vozarrón de Santiago Arcusa era impresionante.

Además de Aragón, Murcia (con ‘La parranda’, del maestro Alonso), y el País Vasco (con ‘El caserío’, de Guridi) estuvieron representados.

Alguna de las piezas tuvo incluso su poquito de representación escénica, como ‘La verbena de la paloma’ o ‘La revoltosa’, que provocaron risas en el auditorio dado el donaire castizo de los intérpretes.

Asistí al concierto con mi hermana y su hija, mi sobrina Kathy, la americana. Kathy comentó que aquel era un espectáculo digno del neoyorquino Broadway. Pues sí. Nuestras chicas no tienen nada que envidiar a las Rockettes, con ser tan fabulosas.

El público salió entusiasmado, aunque el frío y el aire polar de la noche zaragozana fueron un refresco excesivo. Qué frío, santo cielo.

Menos mal que, para volver a casa, encontramos un taxi relativamente pronto. Zaragoza era Laponia, pero los trineos no se veían por ninguna parte.

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