Saber o no saber

Saber o no saber
Saber o no saber
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He de reconocer, sin entrar en sesgos políticos, que por ahí siempre se sale escaldado, que sorprende –un poquito al menos– la reacción provocada por la propuesta de plantear escuchar el latido del feto antes de practicar un aborto. 

Comprendo que en esta sociedad de resortes abotargados nuestros rectores se esfuercen por vendarnos los ojos, allanando así el camino a la puesta en marcha de iniciativas singulares, casi siempre de marcado corte partidista. Argumentos que se allanan en conciliábulos televisivos, muchos de sesgo más que interesado.

Que en este mundo oscuro, obtuso y poco transparente, un gobernante proponga brindar una información tan pegada a lo que es la realidad no debería generar sino un respaldo natural; el de quienes aspiramos a conocer más y disponer así de una mayor capacidad de decisión.

El ejercicio de la libertad ha de brotar del conocimiento, de la búsqueda de la información, y a estas alturas habría de resultar innecesario, por obvio, entretenerse en analizar las fórmulas de propaganda por las que se han conducido –y se conducen– dirigentes poco partidarios de la pluralidad.

Ampliar el abanico del saber ayuda a decidir con responsabilidad. Por eso, más allá del análisis de una postura travestida de connotaciones políticas, promover una cita con la realidad no puede sino enriquecer a la persona. Y ayudarle a decidir. Sin limitar en modo alguno –antes al contrario– su capacidad de determinación.

Cuestión que en este caso hace referencia al embarazo, pero los haces de luces se echan de menos sobre cuestiones también de calado: desde los intercambios con grupos políticos como los independentistas catalanes a las alianzas con los herederos de la radicalidad vasca. Que, junto a los propios socios de Gobierno, no dudan en pretender zarandear los cimientos sobre los que se asienta nuestro sistema de convivencia.

No dudo de que resulta mucho más sencillo gestionar en la penumbra. Pero me sorprende que se clame contra la oportunidad de conocer. ¿O es que resulta más cómodo vivir a escondidas?

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