Mechones cortados

Los mechones cortados en otoño ya han vuelto a crecer. Durante unas semanas, las redes se poblaron de vídeos con mujeres que se grababan cortándose un mechón de su cabello que mostraban después a la cámara, como gesto de protesta por la muerte de Masha Amini en Irán, Amini, de 22 años, fue detenida por la temible ‘policía de la moral’ porque el velo, obligatorio para las iraníes, no cubría convenientemente todo su pelo. 

Su muerte en comisaría provocó una oleada de protestas en su país. Allí, los manifestantes se jugaban la vida -varios de ellos han acabado colgados de una grúa-. En los países libres, se trataba de una protesta más cómoda, pero que expresaba, al fin, rabia y solidaridad. Hubo mechones orgullosos, separados con maestría; algunos resultaron un tanto ridículos, cortados con cuidado para no dejar huella en el peinado; y también los había desastrosos, a causa de un torpe manejo de la tijera, pero igualmente militantes.

Era algo muy pequeño -postureo, para algunos-pero quería acompañar a quienes se enfrentan a los temibles ayatollahs. Una de esas personas es el futbolista Amir Nasr Azadani, de 26 años. Participante en las manifestaciones por la muerte de Masha, fue acusado de participar en el asesinato de tres policías y condenado, en un simulacro de juicio, a 26 años de cárcel. La Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFpro) ha expresado su apoyo. Pero poco más se ha hecho. No ha habido barbas rasuradas. Pero es imposible no recordarlo cada vez que un futbolista sale al campo en un país libre.