Por
  • Manuel de Miguel

¿Qué hacer con el tabaco?

La importancia de dejar de fumar radica en los beneficios que se pueden obtener a largo plazo.
¿Qué hacer con el tabaco?
Pixabay

No pretendo explicar cómo daña el tabaco, tarea de científicos, irrefutable desde hace décadas. 

Cada vez que se publica un estudio más completo y avanzado, los datos son más demoledores. ‘The Lancet’ desvela que de los 9 millones de muertes por cáncer que se producen anualmente, más de la mitad eran evitables y el tabaco es el verdugo principal, varias veces por encima del alcohol, la obesidad u otros factores. El cáncer de pulmón sería anecdótico en el mundo si nadie fumara. La OMS señala que "la magnitud de la tragedia humana y económica causada por el tabaco es inconcebible, devastadora".

Durante mucho tiempo hemos escuchado que el Estado protegía el tabaco por los grandes ingresos de sus impuestos, pero los estudios serios cifran en el triple el gasto sanitario que acarrea.

Jiménez Schuhmacher, el prestigioso investigador aragonés y a la vez excelente comunicador, me destacaba este fin de semana que ahora la gran batalla es conseguir que los jóvenes no comiencen a fumar. Nadie mayor de 40 años empieza. Y a los que fuman no es el objetivo perseguirlos, sino ayudarles con todo tipo de facilidades para que dejen este vicio asesino.

No apostamos por la prohibición absoluta de fumar, que fomentaría el contrabando y generaría un descontento social enorme de los adictos. Una importante subida de precio sería disuasoria (en Francia cuesta el doble, el triple en Irlanda y en Australia sale a más de 1 euro el cigarrillo) pero esa medida también presenta perspectivas discutibles. Lo que nadie se atreve a rebatir son las normas que protegen a los fumadores pasivos (miles de personas mueren anualmente por el tabaco sin fumar). Hasta finales de los 80 se encendían cigarrillos en los hospitales o en las filas traseras de los autobuses. Las leyes de 2005 y 2011 convirtieron a España en uno de los países con mayor protección a los no fumadores, pero debemos avanzar más.

Ahora nos espanta recordar los bares o los lugares de trabajo envueltos en una nube de humo y han pasado menos de 20 años. Debemos conseguir que pronto nos asombre cruzarnos con alguien fumando en cualquier lugar público.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión