Por
  • Mariano Gállego

Una sequía global de impacto local

El embalse de Yesa está por debajo del 30% de su capacidad.
El embalse de Yesa está por debajo del 30% de su capacidad.
Jesús Diges / Efe

En junio celebrábamos que la primavera había llenado al 90% la mayoría de los embalses de la cuenca del Ebro dejando atrás la sequía con la que arrancó el año.

 Abril recibió un 27% más de lluvia de lo habitual, lo que permitió relajar las restricciones de riego y abrió un panorama esperanzador de cara al verano. Pero pronto volvieron los cupos. En apenas dos meses se ha producido un vuelco preocupante y a principios de esta semana el agua embalsada había descendido hasta el 46% de la capacidad total en la cuenca. No se supera la reserva promedio de los últimos cinco años y se está por debajo de la cifra del mínimo, que se registró en el año 2017.

En el conjunto de España la situación es sensiblemente peor. La reserva hídrica se situaba ayer en el 39,2% con 20.702 hectómetros cúbicos, disminuyendo en la última semana en 589 hm3, el 1% de la capacidad total actual.

Como un guiño irónico, el descenso del nivel de las presas ha sacado a la luz numerosos vestigios que estaban sumergidos. En el embalse de Valdecañas (Cáceres) ha salido a la luz el dolmen de Guadalperal, de 7.000 años de antigüedad y considerado el Stonehenge español. El fenómeno alcanza a toda Europa. En el Danubio han aflorado buques de guerra nazis hundidos hace 80 años.

Aquí, más cerca, la sequía ha impactado en numerosas poblaciones del Alto Aragón. La última, Agüero, que ha agotado sus reservas de agua al quintuplicarse la población. Se ha prohibido el uso para riego y piscinas. Desde la Diputación de Huesca se abastece también este verano de forma habitual a Las Tiesas Altas (Jaca); Artosilla, Arraso y San Esteban de Guarga (Sabiñánigo); Blecua; Aguinaliu (Graus); Bisaurri y Buyelgas; y Caballera (Santaliestra).

Y desde Arro, en el Sobrarbe, ha llegado el último grito de socorro. Los vecinos atestiguan que el río Lanata, más allá del estiaje habitual, ha llegado a secarse, alertan de que una sequía tan atroz no se había sufrido nunca y llaman a la reflexión para poder garantizar entre todos el mínimo caudal ecológico.

mgallego@heraldo.es

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión