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  • Cartas al Director

Cartas: Don Manuel Almor, gracias

Manuel Almor.
Manuel Almor.
Guillermo Mestre

El viernes 29 de julio se marchaba don Manuel, un hombre bueno, un sacerdote que hizo de su vida un ejemplo en todas las funciones que desempeñó; con gran capacidad intelectual, a la vez que con gran sentido común, orientado y acertado en sus consejos y con el don de la oportunidad y del saber estar.

 Orante, disciplinado, atento, comedido, cercano y con una disposición extraordinaria al servicio de su Iglesia. No dejó indiferente a las personas que tuvieron la suerte de haberlo conocido. Su vinculación con la educación hizo tanto bien; los aragoneses bien sabemos lo difícil que puede ser lidiar con instancias que no consideran la educación religiosa algo necesario; aun así, don Manuel supo ser ejemplo de tolerancia y saber hacer. En el año 2015 puso empeño, facilitó y nos animó para crear en la archidiócesis de Zaragoza una delegación de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada. Como nuestro asistente espiritual, siempre estaba disponible para una charla, un consejo, una misa o una agradable comida; siempre atento, apoyándonos y manteniendo humana y espiritualmente nuestra misión. El sábado 30 de julio nos emocionó ver la iglesia llena, tanta gente queriendo darle su último adiós. ¡Deja tanto amor! Se va un hombre único, demasiado pronto decíamos muchos, pero sin duda Dios tiene otros tiempos, y era su momento. Con agradecimiento, le decimos hasta siempre, don Manuel, nos quedamos con su ejemplo y fortaleza.

Patricia Aliaga Lorente

zaragoza

Las hamacas son para el verano

La hamaca es un tipo de silla que tiene un armazón plegable o de tijera, de respaldo largo, que puede adoptar diversas posiciones y que está hecha de lona u otro material ligero. Se trata, pues, de algo pensado para el descanso y para dormir, viniendo su nombre, al parecer, de un instrumento para la pesca que utilizaban comúnmente los nativos del otro lado del Atlántico. De ahí que, durante estas tórridas épocas de verano con temperaturas tan altas, principalmente, son enormemente empleadas para tomar el sol tanto en las playas como en las piscinas. Ahora bien, pese al mito de que los caribeños en general y los cubanos en particular son los que más se aprovechan del sueño reparador después de comer, de la siesta sobre las tumbonas, lo cierto es que incumbe también a la mayor parte de las naciones cálidas del planeta. Y contar con una hamaca para ‘sestear’ en verano allá donde nos encontremos de vacaciones, aparte de aumentar nuestra calidad de vida, debería estar recomendado por los expertos en salud.

Álex Sánchez Bolsa

ZARAGOZA

Esfuerzo europeísta

Sánchez pide ahora, en un país abrasado a 40°C desde mayo, que seamos «europeístas». Si este era el chantaje que escondía la negociación del gas o es la última locura del presidente no se sabrá. En Alemania no creo que tengan estos problemas con el calor, aunque en Francia sí los han tenido. Concretando, que se me olvida, pide que mantengamos el aire acondicionado a 27°C y la calefacción, en invierno, a 19°C. Solo en los espacios públicos, se entiende. En los privados... ojalá tuviera yo un aire acondicionado a 21°C en toda la casa y pudiera pagarlo; ojalá, también, no hubiera que ventilar y dormir con ventiladores mecánicos, bajo riesgo de morir en un incendio. Al presidente todo le da igual; salvo defender sus ‘teorías’ llevadas a ¿la práctica? Mejor que no comamos, que no salgamos, que no fumemos y que no vivamos. Se le olvida que somos sus votantes. Potenciales, o no.

Raquel Broto Bernués

HUESCA

Olas de calor

Si es verdad que las olas de calor han venido a Zaragoza para quedarse, deberíamos tomar conciencia ciudadana de la necesidad de priorizar el uso del agua. Tengo constancia de que a comienzos de agosto se redujo la plantilla de limpieza por vacaciones. Con ello, y después de un fin de semana, con la suciedad y el calor consiguientes en nuestras calles, no hubo manguerazo, nada que limpiase y refrescase ese asfalto que parece echar fuego... Sabemos que han aumentado las muertes por calor, que los más afectados somos los ciudadanos que más transitamos por las calles; y, por supuesto, los que malviven o sobreviven en ellas. Habrá que priorizar el uso del agua, vecinos. Más manguerazo en verano. También más bibliotecas y centros culturales abiertos, donde refugiarnos del calor y aprovechar de paso para salir más cultos y pacíficos... (¡abajo las agresiones de todo tipo!). Cuantos menos medios económicos, energéticos tengamos, más imaginación al poder, señorías. Hagamos pedagogía con los que nos siguen, por sus hijos y nietos... Seguro que se lo merecen.

Concha Pérez Tagüeña

ZARAGOZA

Un Gobierno que no resuelve problemas

El actual Ejecutivo accedió al poder con una moción de censura, justificada por su presidente como antídoto de «higiene democrática frente a la falta de decencia». Hoy, hechos más graves, en el propio partido político, son excusados por el Gobierno, mientras acumula actitudes distantes de la honorabilidad, la seriedad y el respeto a las leyes sobre las que todo responsable público, con su actuación, debería mostrar ejemplaridad. En este sentido hechos censurables se amontonan casi sin pausa –corruptos justificados según signo político, clientelismo traducido a causa social, apoyo a separatismos rebeldes con la legalidad, desjudicialización de la política en interés propio, ‘libre traducción’ de sentencias judiciales, derroche de medios públicos a cambio de servilismo y votos, etc.–, actitudes que denotan el nivel de contaminación de esta clase política gobernante, que seducida por nivel social y prebendas personales, se cree por encima de la ley, mostrando que trabaja en política no tanto por servir a lo público como por servirse de lo público. En este camino es vital para ellos la búsqueda de excusas cuasi-ingenuas sobre las que desviar la atención popular y poder descargar su incompetencia, falta de escrúpulos y despilfarro, buscando difuminar responsabilidades por su incapacidad en la resolución de problemas que acucian al ciudadano. Consecuencia de esta conducta nociva son desigualdades acusadas entre comunidades según nivel de afinidad con el Ejecutivo y gran hartazgo y desconfianza de la ciudadanía hacia todo lo que el político representa. La mayoría de los ciudadanos ni aceptamos que ‘el que más manda más razón tiene’, ni es esta la línea de gestor de la política nacional que se espera como capaz de resolver los problemas que actualmente nos acucian.

Miguel Ángel Moliner del Ruste

ZARAGOZA

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