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Cartas: De una abuela obonera muy agradecida

Una vista de Obón.
Una vista de Obón.
Laura Uranga / HERALDO

Somos una familia de tantas de la España vaciada de Teruel que emigraron buscando un porvenir. Ahora tenemos dos amores, Barcelona, que nos acogió, y Obón, nuestras raíces ancestrales. El amor por nuestra tierra no ha mermado aunque estemos lejos. Al contrario, lo hemos transmitido a nuestros hijos y nietos. Obón es un hermoso lugar para nosotros y nos sentimos orgullosos de ser oboneros. Cada 15 de agosto volvemos para celebrar la patrona. Mis nietas este verano han ido con unas amigas y sus mamás a pasar una semana. Felices de poder ir a su aire solas al río, ¡a pescar barbos que no pescan pero les da igual! La cuestión es chapotear en el agua y reírse de su sombra. Y acudir a casa para comer, y a la noche después de cenar salir a jugar a la calle. Porque en la calle espera gente para correr, jugar al escondite por todo el pueblo, ¡y hasta las tantas! Pero esa felicidad se volvió amarga. En la casa hay una bodega donde se guardaba antaño el vino y, ¡claro!, era pura novedad para ellas, algo misterioso y mágico. Quisieron bajar y descubrir. Una de las niñas cogió la lámpara para ver mejor. Las bodegas son húmedas y le pasó una corriente eléctrica por el cuerpo tirándola al suelo. No tengo palabras para agradecer la coordinación y rapidez de los servicios médicos, cómo actuaron desde tierra y aire, Guardia Civil, ambulancia y helicóptero de traslado. Todo muy bien organizado y la nena exquisitamente atendida, siendo trasladada a Zaragoza. ¡Se portaron de nota alta! Especialmente me gustaría subrayar la humanidad y el trato: para sacarse el sombrero. Mil gracias de todo corazón, a todos los que colaboraron para que esta niña se sintiera arropada, mimada y querida después de una experiencia tan amarga. Y como dicen por aquí, ‘¡pa cutio!’, que significa para siempre.

María Martín Comín

OBÓN (TERUEL)

Plazas de Formación Profesional

Soy un joven de 18 años vecino de Uncastillo. He cursado los estudios de Ciclo Formativo de Grado Medio de Producción Agropecuaria. Mi vocación es continuar residiendo en mi pueblo y dedicándome a la agricultura y ganadería, como mi padre. Mi deseo es completar mi formación con un Grado Superior de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal que se imparte en Huesca. A pesar de la publicidad que el Gobierno hace en favor de la Formación Profesional, no he podido obtener plaza en estos estudios porque la mayor parte se destinan a alumnos de bachillerato. Obtener una plaza supondría que es real el apoyo que se está dando a los alumnos que cursan Formación Profesional. Además, contribuiría a fijar población en el medio rural, a mantener su tejido económico y su calidad ambiental. Denuncio la incoherencia que supone, por un lado, impedir el abandono del medio rural y, por otro lado, que las políticas educativas no lo permitan.

Valero Lear Pérez

UNCASTILLO (ZARAGOZA)

El cuidado de los montes y los incendios

España está ardiendo por los cuatro costados a causa de los numerosos, extensos y duraderos incendios forestales que se están produciendo y, lamentablemente, algunos provocados con intención. ¡Culpables! Pero también son culpables todos aquellos que llevan la bandera ecologista hasta el último extremo y prohíben todo: no tocar, no cortar, no podar, no hacer pasos, y así nos encontramos con montes ardiendo en los que no puede la maquinaria adentrarse por la cantidad de matorrales acumulados que hay en la zona. Publicó HERALDO una entrevista al consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Sr. Olona, quien decía que los incendios no se evitan con prohibiciones, refiriéndose a las cosechadoras que estos meses de junio y julio tienen que recoger las cosechas. Y tiene razón, pero repoblar en estos meses sí debería estar prohibido, en los meses que no tienen erre. Y también decía que incendios habrá siempre. ¡Seguro!, pero habrá que poner medios para que sean los menos posibles y puedan apagarse lo más rápido posible. Y esto se consigue en invierno, haciendo tratamientos selvícolas, quitando maleza, esclareciendo los montes, recogiendo leña y haciendo paso para entrada de vehículos que van a apagar los incendios. Hace unos cuantos años también había incendios y, salvo el del Maestrazgo y el de Zuera, el resto se apagaban con más prontitud que ahora. Lo de prohibir, el consejero lo debe aplicar a tanto ecologista que al dictado dice qué se puede y qué no se puede hacer en montes, y saber que el monte más agredido es el calcinado por un incendio. Desde que se abandonan los montes hay muchos más incendios forestales, más grandes y duraderos, y así se ayuda poco a poblar la España vaciada. Y desde que se prohíbe coger gravas de los ríos, esas gravas sueltas son empujadas por avenidas y desplazadas y se acumulan formando islas que hace años no existían y que quitan capacidad de caudal a los ríos, provocando desbordamientos que hace años no se producían con caudales superiores.

Francisco Javier Sierra Soria

ZARAGOZA

El cinismo de Putin

Vladímir Putin ha recrudecido su ofensiva en Ucrania. Los bombardeos rusos están triturando el Donbás. Micolaiv, ciudad muy importante de Ucrania como llave de paso a Odesa, sufrió hace días más de diez ataques con misiles. Todo hace pensar que Putin quiere acabar cuanto antes con la resistencia. El déspota ruso justificó la invasión de Ucrania por la necesidad de ‘desnazificación’ del país. La presencia de ‘nazis’ lo hacía peligroso, sobre todo si solicitaba entrar en una organización militar internacional como es la OTAN. Putin calificó su sangrienta y brutal aventura con el eufemismo de ‘operación militar especial’, pasando por encima, de la manera más burda, de cualquier consideración del derecho internacional. En realidad el ‘nazi’ y al que hay que ‘desnazificar’ es al mismo Putin. La ‘operación militar especial’ contra Ucrania se parece al llamado ‘Endlösung’ de la Alemania nazi, una ‘solución final’ diseñada por Hitler para acabar con los judíos. En el caso de Putin la ‘operación militar especial’ es también una ‘solución final’ para hacer desaparecer del mapa a Ucrania y a lo que venga después. La calaña del criminal es superconocida, trata de emular al rey Pedro I de Rusia (1672-1725), apodado Pedro el Grande, si bien con una diferencia notable, este medía 2,03 metros y el criminal es bajito, escasamente 1,70 metros. Además, Pedro I llevó a cabo un proceso de modernización mediante la occidentalización de Rusia. La última, mejor penúltima, artimaña de Putin: hace unos días Rusia y Ucrania llegaban a un acuerdo para cargar grano y reanudar las exportaciones bloquedas en Odesa. Se recibió la noticia con cierto optimismo, sin embargo al día siguiente Putin lanzaba misiles contra el puerto ucraniano de Odesa sembrando más muerte y destrucción.

Francisco Javier Esteruelas Hernández ZARAGOZA

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