Al raso se celebra mejor

Concierto de La Pegatina en la edición del año pasado de El Bosque Sonoro.
Concierto de La Pegatina en la edición del año pasado de El Bosque Sonoro.
Javier Rosa

Los más agoreros llevan años advirtiendo de la burbuja creada con los festivales en España, que se acercan al medio millar, y de un inminente pinchazo.

Pero este no llega, entre tanto algunas suspensiones y fracasos de taquilla (no tantos) se van alternando con éxitos de público y artísticos morrocotudos, y en conjunto se mantienen entre las industrias culturales más boyantes del país, todavía en crecimiento e imprescindibles para que funcionen las cosas en el sector de la música, tan precario.

La gran mayoría ha sobrevivido a los dos años anteriores, excepcionales por la covid, manteniéndose en barbecho o manifestándose de forma más controlada, adaptada a las restricciones sanitarias, o directamente virtual. Otros hasta han nacido en pandemia y ahora se van a probar en condiciones de casi total normalidad. Porque este 2022 sí que hay verano con todas las letras; no solo con sus temperaturas insoportables, también con la invitación permanente a celebrar al aire libre, esa experiencia que se sublima cuando la música la convoca.

Con el ciclo Música al Raso y un cartel como hace años que no se veía en Zaragoza ya en el Parque Grande, o con El Bosque Sonoro abierto desde hoy en Mozota, la temporada de las grandes citas en Aragón está lanzada. Los días y semanas venideros, afortunadamente, van a ser de muchas oportunidades de disfrute y hasta de algunas elecciones dolorosas, por la coincidencia de carteles apetecibles y, ay, porque a las limitaciones de la covid les suceden ahora las crecientes en el bolsillo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión