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Cartas al director de HERALDO: ¡Sigamos consumiendo historias!

¡Sigamos consumiendo historias!
¡Sigamos consumiendo historias!
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¡Sigamos consumiendo historias!

Una luz acogedora, un respaldo cómodo y un buen libro. 

Esta fórmula ha sido siempre la mejor para formar parte de un sinfín de aventuras apasionantes que, además de permitirnos viajar y sentir desde nuestras butacas, nos han ayudado a hacernos con una variedad lingüística considerable.

Sin embargo, este cóctel cuasiperfecto parece no ser suficiente para mantener el interés ni de las nuevas generaciones ni de las antiguas. Por un lado están los que pretenden remar a contra corriente y resignarse a que la lectura, tal y como la entendíamos hasta ahora, tiene los días contados. Y por otro los que ya no leen y han cambiado tan enriquecedor pasatiempos por otros más modernos. ¿Es todo esto, acaso, motivo de preocupación? Yo digo no. Los tiempos cambian y evolucionan, y la principal obligación del ser humano no es mantener lo que de manera orgánica tiende a desaparecer, sino absorber sus partes buenas y adaptarlas a las nuevas rutinas. ¿Acaso la llegada de la escritura propició la desaparición del lenguaje o la popularización de los ecosistemas digitales causó la desaparición de la escritura? No, simplemente se transformaron, evolucionaron.

Lo verdaderamente triste sería perder las historias, ese mágico proceso en el que el autor diseña un universo en el que el consumidor pasa horas y eso, queridos lectores, no se pierde y hoy, más que nunca, podemos disfrutar de estas historias a través del cine, las series, los videojuegos, los comics, las novelas, los audiolibros, los ‘podcast’… ¡No lloremos el fin de la hegemonía del libro! ¡Celebremos la aparición de las narrativas transmedia y consumamos más historias que nunca!

Sergio Sánchez Casamayor. ZARAGOZA

Los malos también tienen premio

Me vienen a la memoria personajes que son los malos de la película y fueron premiados. Anthony Hopkins en ‘El silencio de los corderos’, Heath Ledger en ‘El caballero oscuro’, Javier Bardem en ‘No es país para viejos’, Joe Pesci en ‘Uno de los nuestros’... Sin embargo, siempre he pensado que el cine está en deuda con uno de nuestros actores, Juan Diego. En ‘Los santos inocentes’ de Mario Camus, para mí, una obra magistral, el premio a la mejor interpretación se lo llevaron compartido Alfredo Landa y Paco Rabal; totalmente de acuerdo, pero dejaron sin galardón al señorito Iván, Juan Diego. Encarna perfectamente el papel, dando vida a uno de los despóticos más reales de nuestro cine, aun siendo un personaje opuesto a sus sentimientos e ideología. Es grande la humillación a la que somete a Paco (Alfredo Landa) y provoca que a los espectadores les repugne un personaje que tan genuinamente representa el caciquismo de la España franquista. Lógicamente, contemplando la película, me pongo del lado del débil, de los débiles, y rechazo de plano la figura de aquel que abusa de su poder para pisotear a todos. Pero a la hora de dar los premios, el jurado debe valorar la interpretación y todo lo que conlleva, y en este caso el señorito Iván lo borda y era merecedor de dicho galardón, por lo que siempre se estará en deuda con él.

Mariano Aguas Jáuregui. ZARAGOZA

La taberna del Buda en Zaragoza

Lindante al acuario fluvial a la salida de la ciudad de la Justicia de Zaragoza, disfruto de un café cortado en uno de los bares más variopintos y democráticos del mundo, donde las clases sociales, las diversas castas, tanto económicas como culturales, se entremezclan en una curiosa amalgama multicolor que te deja pasmado y sorprendido. Como todos los juzgados penales y de instrucción están allí centralizados, los personajes que allí desayunan y almuerzan son de una variedad diferencial que te recuerda a una antigua canción de Café Quijano, ‘La taberna del Buda’. Policías de todos los cuerpos, uniformados y de paisano, toman sus cafés, churros, montaditos y cañas con los delincuentes más variados, butroneros, robacoches, traficantes de medio pelo, descuideros, estafadores… Empresarios importantes y pequeños autónomos se codean con parados a tiempo total y parcial sin prácticamente mirarse, pero juntos en sana camaradería. Políticos nacionales y autonómicos ríen y se codean con sus guardaespaldas y chóferes. Todo tipo de razas, nacionalidades y etnias comparten la misma barra e incluso apoyan sus consumiciones en la misma mesa, insólito pero cierto. Dense una vuelta por tan curioso local, observen durante diez minutos y me darán la razón. El bar de los Juzgados de Zaragoza, como me imagino otros locales similares de otra ciudad española, puede ser uno de los sitios más singulares y democráticos del mundo.

Miguel Romanos Mur. ZARAGOZA

Feijóo, cambio de formato

Las hemerotecas demuestran que lo que Núñez Feijóo predicaba en Galicia no lo puede hacer en Madrid, porque los barones del PP le pusieron unas condiciones que no podía alterar. Feijóo tenía una espina atragantada que lo marcó psicológicamente, por eso cuando tuvo la oportunidad de limpiar la corrupción y enfrentar a varios de su familia política dijo o ahora o nunca. Pero esto conlleva que el Feijóo de Madrid no es el politiqueo que practicaba en Galicia. ¡Cuántos sapos se tendrá que tragar y cuántas imágenes suyas tendrá que ver a lo largo de su recorrido! Creo que si es un poco inteligente sabrá solucionar la costumbre que tienen en el Partido Popular de machacar al oponente sin pararse a pensar si es positivo o negativo lo que se debate. El desgaste político a los ciudadanos ya no nos afecta, porque el señor Abascal nos tiene acostumbrados a escucharle tantas barbaridades. La derecha moderada mira con recelo los acuerdos de chantaje en políticas con que los ciudadanos se atragantarán y explotarán tarde o temprano. Vox quiere hacer valer sus ideas y costumbres de un pasado que ni los ciudadanos, ni la mayoría del PP, deseamos que vuelva. Yo tenía la esperanza de que este presidente del PP habría aprendido algo para sacar a este país adelante después de tantas amarguras vividas que no quiero enumerar. Que arrime el hombro y colabore para tapar los baches que tenemos. Echando más leña al fuego solo será uno más que pasó por la política sin dar soluciones a este país tan castigado; así me decepcionaría enormemente de un político que ha comido toda su vida y que no estuviese a la altura que los ciudadanos necesitamos. Le pido que mire el futuro de una forma positiva y piense que tiene en su mano la ilusión de muchos votos para un posible presidente.

José Sierra Calvo. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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