El plan de regadíos

Cultivos de regadío en la zona de las Bardenas.
El plan de regadíos
Heraldo

El pasado día 8, el Consejo del Agua respaldó, dividido, el Plan Hidrológico de cuenca para el período 2021-2027. 

Para Aragón supone un recorte en la previsión de regadíos y la desaparición, por lo menos hasta 2027, de la mayor parte de las obras del Pacto del Agua de Aragón. Se mantienen los plazos en los cuatro embalses aragoneses en obras: Almudévar, Yesa, Mularroya y Santolea. Se deniegan los regadíos previstos en La Litera Alta, en Sobrarbe, en el Guadalope y en Fraga. Con el plan se invierten 3.665 millones de euros para toda la cuenca y se reconocen para Aragón 28.000 hectáreas de nuevos regadíos. Se aprobó con la abstención de los regantes y el voto en contra de PP, Vox, Podemos y ecologistas. La DGA voto favorablemente. Después envió un voto particular reclamando más regadíos.

La abstención de los regantes no oculta la insatisfacción, como afirmaba el presidente de los Regantes del Ebro y de Riegos del Alto Aragón, César Trillo, por el hecho de que no se pueda plantear la regulación del Gállego hasta el 2028, ni se pueda terminar Monegros II. El presidente del PP-Aragón, Jorge Azcón, consideraba que se ha menospreciado a la Comunidad frente a Cataluña y Navarra.

Voces del PSOE han hablado de ser ‘realistas’. ¿Por qué en muchos temas políticos cuando se pide ‘realismo’ –conformarse y aguantarse– Aragón figura entre los que les toca ser ‘realistas’? ¿Qué ‘realismo’ les piden a los agricultores de Les Puntes, en Fraga, a quienes les han denegado las 2.760 hectáreas de nuevos regadíos, después de haberse opuesto, con razón, a los que querían dedicar esas tierras a instalaciones fotovoltaicas?

El regadío es imprescindible para el mantenimiento del medio rural y de su población. Las 400.000 hectáreas de regadío de Aragón concentran el 70% de la producción agrícola, sobre una superficie de dos millones de hectáreas cultivadas. El regadío determinó la distribución de la población y convirtió en economías totalmente diferentes las tierras de secano de las zonas donde se contaba con agua canalizada. Fueron los grandes sistemas de riego los que hicieron posible que una buena parte de Aragón no se convirtiera en un gran desierto humano. El Canal Imperial y las zonas regables de las Cinco Villas y de Riegos del Alto Aragón han sido piezas fundamentales que han ofrecido un futuro para miles de familias aragonesas.

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