Siempre lo recordaré. 

Estaba en mi chiringuito favorito de Cambrils con mi amigo, el entrenador de baloncesto Víctor Lapeña, cuando se conoció el atropello masivo en las Ramblas de Barcelona, que causó 13 muertes y un centenar de heridos.

Era la tarde del 17 de agosto de 2017 y pocas horas después el resto del comando yihadista entraba en Cambrils. Afortunadamente, el coche volcó y no lograron repetir la masacre por el paseo marítimo. Miles de aragoneses conocemos la rotonda del club Náutico donde un mosso abatió a cuatro terroristas, salvando muchas más vidas. Únicamente falleció una zaragozana.

Desde hace un par de semanas está disponible en Netflix el documental de 3 capítulos titulado ‘800 metros’ en alusión a la distancia que recorrió la furgoneta por el centro de las Ramblas. También 800 metros separan el paso de cebra donde cayó el quinto terrorista de donde estaba mi familia. No se nos olvidarán los disparos.

El documental es minucioso y muy recomendable. Presenta 80 entrevistas con protagonistas directos y otros testimonios espeluznantes como los videos grabados por los propios terroristas cuando preparan explosivos y sonríen imaginando el daño que van a infligir a los "enemigos de Dios".

Irritan las entrevistas a técnicos de inserción social de Ripoll, que nada detectaron. "Eran muchachos ejemplares", se les escucha. Incluso no creyeron inicialmente en su culpabilidad, pero ‘800 metros’ nos presenta cómo dos años antes de los atentados ya los planeaban. También vemos a algunos amigos muy cercanos que comentan ahora su radicalización.

"Ellos aman más la muerte que nosotros la vida", declara un experto en terrorismo islamista. Se sienten elegidos y evitarán ser detenidos, quieren morir.

"¿Para qué seguir aquí, si en el Paraíso podemos entrar como mártires y 72 vírgenes nos esperan?", proclama uno de ellos antes de inmolarse.

El documental no oculta los atroces estragos de esta locura con duras imágenes y con entrevistas como la del hombre que cuenta a la cámara su eterno destrozo interior. Su hijo de 3 años fue una de las víctimas mortales.