Pedro Sánchez ha desgranado por fin las líneas generales del Plan Nacional de Choque para paliar los efectos económicos de la guerra en Ucrania que será aprobado hoy en el Consejo de ministros. 

Dichas medidas incluirán 6.000 millones de euros en ayudas directas, 10.000 millones en préstamos ICO y una bajada de 20 céntimos del combustible para todos los ciudadanos. Son iniciativas que van en la buena dirección para ayudar a los hogares y las empresas a sortear la crisis inflacionista. Otras, como el límite a una subida de los alquileres del 2%, pueden resultar más polémicas. El presidente del Gobierno ha demandado de nuevo la unidad de toda la clase política, ya que el real decreto ley requerirá de su convalidación en el Congreso en el plazo de un mes. Esta unidad es muy necesaria, pero debe ir acompañada por una actitud abierta del Ejecutivo para incorporar propuestas eficaces de los grupos parlamentarios.

Cabe celebrar que, después de varias semanas de una acelerada subida de los precios de los combustibles y de numerosas protestas de distintos sectores económicos, Sánchez haya empezado a concretar las medidas que se aprobarán hoy. Quedan por saber aún muchos detalles, que son relevantes tanto para lograr el respaldo de los distintos partidos en España como para lograr el visto bueno de Bruselas. Urge, de cualquier modo, aplicar medidas cuanto antes porque se ha tardado demasiado tiempo en reaccionar.

El presidente del Gobierno logró salir airoso de la cumbre de la UE de la pasada semana y ha puesto un plan sobre la mesa. Ahora tiene que detallarlo, negociarlo y aplicarlo con rapidez porque es urgente abaratar el coste energético que sufren muchos sectores y que afecta a toda la economía. También tiene pendiente lograr el fin definitivo de la huelga del transporte y calmar el malestar de muchos sectores que lo están pasando muy mal.