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Cartas al director de HERALDO: Más de 800 días en lista de espera

Un grupo de miembros de la Asociación de Vecinos de la Almozara ha recibido a Rudi y Oliván con una pancarta en la que se leía 'No a las listas de espera'.
Más de 800 días en lista de espera.
Asier Alcorta

Más de 800 días en lista de espera

Llevo en lista de espera desde el 26 de diciembre de 2019 para una operación de columna (más de ochocientos días, un poco más alta que la media que publicaba HERALDO, 180 días) en el Hospital Royo Villanova, al que pertenezco. 

En estos momentos en este centro no pueden realizar esta operación, puesto que había tres traumatólogos de esta especialidad y ahora solo hay uno. Sé que mi caso no es único y que somos muchos pacientes en esta misma situación. He puesto varias reclamaciones en Atención al Paciente, los días 22 de noviembre y 13 de diciembre del 2021, habiendo recibido contestación a las mismas, dándome la información de que disponían, que era más bien poca y desalentadora. A raíz de estas reclamaciones recibí una citación de Traumatología del centro de especialidades Grande Covián, en la que me atendió el traumatólogo que estaba de servicio en ese momento. Me comunicó que tenía previsto reunirse en la primera semana de febrero con los traumatólogos del Hospital Miguel Servet para analizar los casos pendientes, que nos citarían por carta en el mes de febrero para valorarnos nuevamente. Esta carta a día de hoy no ha llegado. Siento una gran indefensión e impotencia, que me lleva a hacer varias preguntas dirigidas a la Consejería de Sanidad: 1.- ¿Cuándo y dónde me van a operar? 2.- En esa Consejería, ¿tienen conocimiento del colapso continuo que sufre este hospital? 3.- ¿Saben que dos traumatólogos especialistas en columna ya no están en ese hospital, uno de ellos el que tendría que haberme operado? 4.- ¿Tendremos que esperar a que haya elecciones para que la lista de espera, de repente, se aligere con conciertos en clínicas privadas, no vaya a ser que pierdan votos de ciudadanos descontentos con la gestión de sus políticos? 5.- Tengo ya el preoperatorio hecho desde noviembre del 2021, soy un paciente de 76 años: ¿tienen intención de operarme o tengo que buscar solución en la sanidad privada después de haber cotizado desde los 18 años? Sigo a la espera de respuestas.

Alfredo Gaudó Gaudó. SAN MATEO DE GÁLLEGO (ZARAGOZA)

La paz, base de la civilización

¡Qué falta hace la paz en un mundo siempre en guerra! ¿Es posible una paz universal y duradera por los siglos de los siglos? Ella es uno de los fundamentos de la civilización del amor. La paz se consigue mediante la justicia y la caridad. Su fracaso es la guerra por lo que hay que tomar medidas contra quien la amenace. Cuando estalla hay que proteger a los inocentes. También es necesario el desarme y combatir el terrorismo, impidiendo sus consecuencias, como el odio, la muerte, el deseo de venganza y la represalia. La aspiración a la paz y a la fraternidad universal nos da fuerza para defenderlas cada uno en el día a día. Haría falta la supresión de los ejércitos y de la industria de armamento, sus costes se dedicarían a otros fines, sustituidos por una policía a las órdenes de unas Naciones Unidas con fuerza ejecutiva y sin fronteras. Pero, sobre todo, sería necesario, y sin ello ninguna paz sería posible, un cambio interior que con la ayuda de Dios o de la buena voluntad hiciera posible unas actitudes propias de la naturaleza humana, que engendraran armonía y concordia entre todos. ¿Utopía? Sí, pero ella sirve para enseñarnos a dirigir nuestros pasos hacia el ideal, definido aunque inalcanzable por nuestra naturaleza ‘caída’, que tendiendo al mal ha sido salvada por la Cruz.

Javier Pueyo Usón. ZARAGOZA

En una época descreída

En esta España descreída en la que se tiende a arrinconar a Dios y a todo lo que huele a Iglesia, adquiere más valor el testimonio valiente y sincero de cuatro seminaristas aragoneses, de los Seminarios de Teruel y Zaragoza. Son jóvenes veinteañeros y treintañeros que, en una mesa redonda organizada por la Unidad Pastoral de Báguena, con motivo del Día del Seminario (19 y 20 de marzo), se forman para sembrar esperanza. Con el lema ‘Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino’, estos jóvenes bien parecidos y resueltos, desde su humildad, sencillez y campechanía, en una bien estructurada mesa redonda, fueron desgranando sus barruntos de vocación, su vida en la comunidad que forman en el Seminario, sus estudios eclesiásticos con la dificultad que entrañan algunas asignaturas, sus ocupaciones al margen de la pastoral, sus vivencias con la feligresía, su convencimiento, pese a las dudas, de que Dios los está llevando para que su entrega al servicio de los fieles sea fecunda y dé buenos frutos, allá donde los destinen. Resultó un ameno testimonio de fe y vida que debería llegar a muchas personas por lo edificante que nos pareció a las personas de Báguena, Burbáguena, Luco y Villahermosa que asistimos. Como dice Juan Manuel de Prada: "En una época descreída, la rebeldía es creer".

Pilar Fraj Gascón. TERUEL

Un encuentro de tiro de bola en Épila

El sábado 12 de marzo asistí al encuentro de tiro de bola aragonesa organizado por los gitanos de Épila, toda una fiesta de nuestro deporte tradicional donde compitieron en total hermandad payos visitantes del Club Manuel Soria de La Almunia y del Club Barra y Bola de Calatorao contra el Club Camarón, con su patriarca y anfitrión a la cabeza, el legendario e invicto campeón de bola Antonio Tejero ‘el Cordobés’, quien vestía boina negra ladeada y una camiseta del más famoso cantaor flamenco. Fue un gusto estrecharle la mano. La competición tuvo lugar en el llamado camino a Zaragoza, anunciada por el humo de unos sarmientos, señal que no solo tirarán un trozo esférico de 5 libras de acero (1,666 kilos para los profanos), en ese mismo instante, se marca en el suelo la raya de partida, que hará también de meta, aquí llamadas ‘desembarre’. Las parejas comienzan por turnos a lanzar con gran ‘pitera’ la bola hasta un lugar determinado de retorno, en este caso, hasta la ‘mojana’ una gran piedra sita junto al camino en cuesta que separa un campo de olivos de otro en barbecho. Tras la primera partida de bola hicimos un receso para echar un trago del vino de Aguarón y, convidados por nuestros amigos los gitanos de Épila, degustar la magia matinal de los sarmientos en la longaniza, la panceta y el chorizo. Tras el ágape continuamos las cien personas congregadas la marcha dezaga los tiradores hasta el final del encuentro, en la meta o raya de desembarre. Y llegados a este punto, ¿quiénes ganaron? Pues todos los asistentes, los clubes por el hermanamiento, la federación de deportes tradicionales por este renacer y todo Aragón por mantener viva esta inequívoca seña de identidad, el tiro de bola, al que auguro larga vida.

Carlos Cubero Ruesca, presidente de Barraires Zaragoza, club de deportes tradicionales. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

cartas@heraldo.es

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