Por
  • Luisa Miñana

Delacroix

'La libertad guiando al pueblo', de Eugène Delacroix
'La libertad guiando al pueblo', de Eugène Delacroix
AFP

En el año 235 Águeda de Catania pagó su resistencia a las pretensiones del procónsul de Sicilia, Quintianus, con la mutilación a tenaza de sus pechos, además de otras insufribles torturas, según relata Jacobo de la Vorágine en ‘La Leyenda Dorada’. 

La iconografía cristiana más difundida la representa mostrándolos en una bandeja. Dieciséis siglos más tarde, en 1830, Eugène Delacroix convierte a una mujer con los senos desnudos en el símbolo de la libertad que guía al pueblo durante las revoluciones liberales del momento. La pintora granadina Aurelia Navarro fue premiada en 1908 por su ‘Desnudo de mujer’, un homenaje a la Venus del Espejo de Velázquez, donde pinta el reflejo de los pechos de la modelo. El cuadro costó a la autora su carrera, separada de la misma por su familia y terminando en un convento. El escultor griego Praxíteles había consagrado ya en el siglo IV a. C. esta iconografía de la diosa clásica, símbolo del amor y de la fertilidad, pero a principios del siglo XX las mujeres en España no podían representar desnudos, ni pintar sus propios pechos. A fines del primer cuarto del siglo XXI, RTVE abanderará en Europa una canción que ensalza la exhibición sexual de las 'mamis' ante los 'daddys', y que ha sido preferida a otras que hablan de tetas y maternidad y de feminismo. Pues yo, que titulé 'Glándulas mamarias' un poema bastante irónico, solo veo razones de tipo “monetary” en la selección de esta mendaz versión de la libertad sexual de las mujeres, sobre la que, dicen algunos, va la canción. ¡Ay, Santa Águeda!

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión