Por
  • Isabel Nerín

Feliz año

La persona tiene que ser parte activa en su propio bienestar.
La persona tiene que ser parte activa en su propio bienestar.
Juan Carlos Arcos / HERALDO

Saludo habitual aún en estos primeros días de enero. 

Deseos de felicidad para el año que comienza en el que, hoy más que nunca, se añaden además deseos de buena salud. Pero ni la salud ni la felicidad se consiguen solo con buenos deseos, sino que somos las propias personas las que podemos ser protagonistas en el proceso de lograr ambas. Respecto a la felicidad, la Psicología positiva postula que se puede aprender. En cuanto a la salud, la teoría del médico sociólogo Aaron Antonovsky, la salutogenia, entiende el binomio salud-enfermedad como un continuo en el que acercarse a cualquiera de los dos polos depende, entre otras circunstancias, de los recursos que la persona tiene para ser parte activa de su bienestar. Aunque no es menos cierto que existen factores biológicos y del contexto que condicionan el ser más o menos feliz o el estar más o menos sano. Por eso, también es válida la propuesta del psicólogo Victor Strecher basada en la metáfora del escarabajo pelotero. Este insecto transforma pequeñas porciones de estiércol en bolas rodantes que impregna con feromonas para atraer a las hembras y aparearse. La conclusión es que todas las personas tenemos en algún momento ‘mierda’ en nuestras vidas, pero transformarla en algo motivador, útil o incluso bello depende de nuestras capacidades. Enero es el momento de plantearse objetivos y proyectos. Desconocemos cuáles serán los resultados; lo que sí podemos saber es lo que cada uno está dispuesto a hacer para ser mas feliz y estar más sano. ¡Feliz Año!

Isabel Nerín es directora de la Cátedra SEMG-Estilos de Vida y Promoción de la Salud de la Universidad de Zaragoza

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