Presupuestos y estabilidad

Con la aprobación, en tiempo y forma, de los Presupuestos de la comunidad autónoma para 2022, el Gobierno aragonés cuatripartito se garantiza la estabilidad prácticamente hasta el final de la legislatura. 

El próximo año volverá a ser, en muchos aspectos, excepcional, y es necesario que Aragón disponga de un marco presupuestario adecuado, aunque hubiera sido preferible que contase, como el año pasado, con un respaldo parlamentario más amplio

Es positivo que Aragón cuente desde el 1 de enero con la guía que de los Presupuestos, porque en demasiadas ocasiones la aprobación de esta norma fundamental se ha retrasado en demasía. El año próximo, además, volverá a estar marcado, al menos en parte, por la pandemia y contará, por otro lado, con la aportación de los fondos europeos, lo que hace aún más necesario disponer desde el primer momento del marco presupuestario. No hay que desconocer el fundamento de algunas críticas de la oposición. Es cierto que los aragoneses siguen soportando, en ciertos tributos, una presión fiscal mayor que la de otras autonomías. También, que las muchas incertidumbres que pesan sobre el próximo ejercicio pueden ofrecer dudas sobre el realismo de las previsiones macroeconómicas. Y hay que tener muy en cuenta que la buena gestión de las ayudas europeas es imprescindible para que supongan un impulso real y duradero en la economía aragonesa. Por otra parte, la estabilidad que subrayan los partidos de la coalición gobernante se hubiera visto reforzada si las negociaciones hubieran permitido incorporar de nuevo al acuerdo presupuestario a Ciudadanos. El 2022 ya es año preelectoral y no resulta sorprendente que se manifiesten con más fuerza las diferencias políticas. Para el Gobierno, que ha conseguido poner de acuerdo a las cuatro fuerzas que lo integran, los Presupuestos suponen una garantía para acercarse sin sobresaltos a la cita electoral.