Presupuestos de revitalización
El segundo presupuesto más elevado de la historia de Aragón ha iniciado su tramitación parlamentaria después de ser aprobado por el Consejo de Gobierno. Son 7.444 millones de euros, gracias a la inyección de los fondos Next Generation, con los que el Pignatelli quiere garantizar los servicios básicos del Estado del bienestar y poner las bases para mejorar el desarrollo económico en la Comunidad. El proyecto presupuestario consolida la coalición de gobierno un año más y eso ofrece estabilidad política para poder gestionar con eficacia la inversión de los fondos de recuperación europeos. La oposición, que debe hacer aportaciones para que el cuatripartito las contemple, tendrá la obligación de controlar al Ejecutivo para que gaste y ejecute bien lo presupuestado.
Las segundas cuentas que se elaboran bajo los efectos directos de la pandemia, al margen de la reelaboración a la que hubo que someter el presupuesto de 2020 después de que estallara la crisis sanitaria, vuelven a mostrar un carácter extraordinario y atípico. La covid ha multiplicado las necesidades, ha suspendido las reglas de estabilidad presupuestaria y ha generado un escenario que mezcla la revitalización de la economía y la incertidumbre por el elevado precio de la energía, los problemas de suministro globales y la escasez de semiconductores. Es esencial, pues, que los presupuestos se aprueben en tiempo y forma para que el 1 de enero las ayudas y las inversiones previstas empiecen a implementarse.
Resulta fundamental también que esos 7.444 millones de euros se gasten bien y al completo, de forma que no queden sin ejecutar las inversiones programadas, como lamentablemente ya es habitual. Es responsabilidad del Gobierno liderado por Javier Lambán el invertir con eficiencia el dinero de los aragoneses con el mayor impacto social y económico posible.
