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  • EDITORIAL

Previsiones a la baja

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ante la comisión de Presupuestos del Congreso.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ante la comisión de Presupuestos del Congreso.
Óscar Cañas / Europa Press

La recuperación de la economía española, que hace unos meses parecía avanzar con paso firme, se ha encontrado con una serie de obstáculos que, aunque no la detienen, sí ralentizan su progreso. 

No es de extrañar, por tanto, que el Banco de España se sume a otros organismos nacionales e internacionales y anuncie una revisión a la baja de sus previsiones para 2021 y 2022. Una advertencia que el Gobierno debería tener muy en cuenta.

En comparecencia ante la comisión correspondiente del Congreso, el gobernador Pablo Hernández de Cos anunció ayer que el Banco de España revisará a la baja sus anteriores previsiones sobre el incremento del PIB en los años 2021 y 2022. El regulador bancario coincide así con otros organismos que ya han reducido en una media de 0,5 puntos sus cálculos para el crecimiento de la economía española. Las razones para esta revisión tienen dos aspectos. Por un lado, la constatación por parte del INE de que el crecimiento real en el segundo trimestre de este año fue menor que el inicialmente calculado. Y por otro, el impacto que la escasez de determinados suministros y la carestía energética están teniendo en las empresas y en los hogares, que además está provocando un repunte de la inflación, aunque se espera que sea temporal. En estas circunstancias, resulta especialmente importante que todas las instituciones implicadas en el diseño de la política económica acierten en sus decisiones. Esto incluye a las instituciones europeas, sobre todo al Banco Central Europeo. Pero antes que a nadie concierne al Gobierno de la nación, que acaba de enviar al Congreso un proyecto de Presupuestos que se basa en unas previsiones económicas que todo indica que son ahora mismo demasiado optimistas. La recuperación económica no se ha detenido, sigue adelante; pero hay que afinar todas las medidas y maximizar la eficiencia en el uso de los recursos públicos para darle el mayor impulso posible.

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