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Cartas al director de HERALDO: "Yo estuve allí, luchando contra la covid"

"Yo estuve allí luchando contra la covid"
"Yo estuve allí, luchando contra la covid"
Toni Galán

"Yo estuve allí, luchando contra la covid"

Y llegó el día. 

Emociones a flor de piel. Sabor agridulce en la garganta. Por un lado, la alegría de ver que va terminando la pesadilla. Por otro, la tristeza de tener que decir adiós a tantas personas que han formado parte de un gran equipo. Como los soldados tras una guerra, tenéis que volver a vuestras casas. No es una guerra ganada todavía, porque el covid continúa ahí, pero vosotros tenéis que marchar. No hay guerra que no reconozca a sus héroes la labor realizada y ese quiere ser hoy mi homenaje. Os vais con la cabeza alta, con el deber cumplido, con la memoria repleta de momentos buenos y no tan buenos. Lo habéis dado todo. Vuestros pacientes os lo han reconocido. Ellos y vosotros sabéis lo que habéis pasado. Quedará siempre en el recuerdo colectivo. No somos héroes, somos profesionales con una capacidad infinita para cuidar, proteger, empatizar, para acompañar. Hemos tenido miedo a lo desconocido, a un enemigo ante el que estábamos desarmados. Pero hemos seguido. Gracias infinitas por vuestro trabajo. Gracias por haber hecho mucho más fácil el camino. La impronta que habéis dejado perdurará y espero que cuando recordéis estos momentos digáis con orgullo: yo estuve allí, en la planta 13 del Clínico, luchando contra la covid; yo formé parte de ese equipo. Ésa sería mi mayor satisfacción. Otros se irán pronto. Otros nos quedaremos. A todos, también agradecimiento infinito por hacerme la vida más fácil, por no dejarme desfallecer. Seguiremos, no abandonaremos el barco, porque somos profesionales y sabemos cuál es nuestro lugar, siempre al lado del paciente, pase lo que pase y pese a quien le pese. Gracias a todos y a cada uno de vosotros por haber hecho de la planta 13 del HCU una gran familia a la cual querer pertenecer.

Gemma Girón Jocano. Supervisora de Enfermería, Planta 13, Hospital Clínico de Zaragoza

Lo que ven los niños

Soy monitora de autobús de un colegio de Primaria y desde hace unas semanas veo que los niños están un poco obsesionados con ‘El juego del calamar’. Cuando les escuché hablar de la serie pensé que cómo sus padres les permitían verla, así que pregunté con quién la veían. La mayoría de los niños contestaron que lo hacían a escondidas o con sus hermanos. Creo que algunos padres deberían controlar más qué ven sus hijos, porque ¿cómo afectará esto a los niños más adelante? Y, ¿de qué sirve que sus profesores les inculquen una educación si al llegar a casa la van a perder viendo ciertas series?

Aroa Franco. Monzón (Huesca)

La ciencia y las vacunas

"Eppur si muove" (y sin embargo, se mueve). De rodillas y negando que la Tierra se movía, Galileo Galilei consiguió conmutar la cadena perpetua por el arresto domiciliario. El médico húngaro Ignaz Semmelweis fue tratado como un loco por indicar lo necesario que era el lavado de manos antes de entrar en quirófano, donde sus colegas seguían afilando los bisturís en las botas de cuero, como los barberos. Louis Pasteur dijo: lo que mata a las mujeres de fiebre del parto son ustedes, los doctores, que llevan microbios de una mujer enferma a otra sana. El fiasco de la gripe A, vacunas caducadas, pérdidas millonarias, expertos de la OMS cobrando de los laboratorios que fabricaban los fármacos y la propia OMS plegándose a las farmacéuticas y declarando una falsa pandemia. Según el Ministerio de Sanidad, el personal sanitario vacunado de la gripe ‘normal’ hasta 2018 nunca ha llegado al 35%, ese personal experto, que en su mayoría aboga por la obligatoriedad de la vacuna contra la covid-19, pero que ellos no consideraban necesaria, en el caso de la gripe, aun cuando había miles de muertos en España. No negaré ni la enfermedad ni las pérdidas humanas, pero en lo referente a las vacunas no se ha producido un debate serio, se ha callado a voces reconocidas tildándolas de negacionistas, simplemente por poner en duda su eficacia, por cuestionar su seguridad, solo por el hecho de preguntar. ¿Qué hubiera sido de la humanidad si esta no reflexionara y cuestionara?

Manuel María Bados López. Zaragoza

La Movilidad inmóvil

Un carril único, una pendiente, una bicicleta, un camión de la basura, cinco coches, dos furgonetas, una moto y un autobús. En un recorrido de apenas 200 metros dio tiempo a un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria, la jaculatoria y la Oración de Fátima, del Misterio del Calvario del Camino: un camino para que todos circulen por él y un único carril para gobernarlos e inmovilizarlos. Dos paradas del ciclista para recuperar el resuello y otra del camión de la basura para hacer sus obligaciones. Fue una procesión intensa, con pitidos y algunos ¡me cago en el listo que quitó un carril! Hace unos meses, con dos carriles, aun con semejante comitiva, se hubiera tardado apenas un Avemaría, sin correr. El carril único es un embudo misterioso, invento del ‘Gran Inmovilizador del Servicio de Movilidad’ del Ayuntamiento de Zaragoza, que le valió un marquesado y el señorío de la Vía Estrecha, y que no se ve en otras ciudades. Con la conversión de carriles dobles a únicos por la ley del embudo, el límite de velocidad se ha reducido de 50 km/h a 10 km/h si hay bicicletas involucradas, aunque el suelo profusamente pintarrajeado diga otra cosa. Todos los conductores, incluso los de bicis y patinetes, quieren recuperar el carril que les han robado. Y están de acuerdo en que se ceda un carril a las bicicletas y patinetes, pero no a compartir un único carril con todo el mundo, porque es peligroso y dificulta la movilidad, hasta la inmovilidad. Antes, los vehículos paraban para descargar en un carril, dejando el otro libre. Al haber un solo carril, siguen parando, pero colapsando el tráfico. La inmovilidad, lo contrario de lo que predica el nombre del servicio donde escondido en algún despacho el Gran Inmovilizador planea cómo cerrar toda la ciudad al tráfico rodado a motor.

José Manuel Solá. Zaragoza

Principio de autoridad

Leo que un inspector de Policía ha sido agredido por una persona en Zaragoza y que el sindicato policial lamenta que se ha perdido el ‘principio de autoridad’. Y me pregunto: ¿y la educación, el respeto, la ética, etc., valores que se deben impartir desde el colegio y la familia precisamente para que cuando tengas uso de razón sepas lo que es el ‘principio de autoridad’? ¿Pero qué van a impartir los profesores cuando se ven coartados en sus funciones para formar, por ejemplo el principio de autoridad, o por unos padres que a la hora de educar en unos principios se ven frenados por una legislación cada vez más tenue, precisamente para eliminar el tal llamado principio de autoridad? Luego no nos quejemos de lo que está pasando. Señores políticos, despierten.

Óscar Castro. Zaragoza

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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