¡Abríguense! El shock energético nos va a helar
El influyente semanario ‘The Economist’ advierte que estamos sometidos a un "shock de la energía": un aumento descontrolado de los precios que está erosionando las cuentas de las empresas y la economía de los hogares.
Hay múltiples factores en juego: desde el encarecimiento del gas por el aumento de la demanda hasta los derechos de emisión de CO2.
El eje del problema se sitúa en acometer la imprescindible transición energética a las renovables sin que en ese periodo sucumbamos por las oscilaciones de los mercados. Para ello es preciso buscar el punto de equilibrio, el ‘aurea mediocritas’ horaciana, entre la economía, la seguridad de suministro y el medioambiente.
Europa tiene que trabajar en estos tres frentes a la vez. Primero, vigilando que la subida del precio de la electricidad no mine la competitividad de las empresas y el poder adquisitivo de los ciudadanos. Segundo, implementando estrategias para contrarrestar la escasez de recursos energéticos fósiles y la insuficiencia de conexiones eléctricas y gasísticas. Y tercero, acelerando la transición energética para luchar contra la contaminación y el calentamiento global.
En España, el constante incremento de la factura de la luz se está trasladando ya al precio de los productos. Todo ello en un contexto inflacionista: el coste de la vida lleva aumentando siete meses y la inflación (4%) se encuentra en máximos de 13 años.
Mientras la UE y el Ejecutivo reaccionan… ¡abríguense! El shock energético les va a dejar helados este invierno.
