Octubre es el mes rosa, el mes del cáncer de mama. 

Sirve para recordarnos que, pese a que se ha avanzado mucho y la supervivencia supera el 90%, queda un gran trabajo por hacer. También para concienciarnos de que debemos cuidarnos y regalarnos vida explorándonos, revisándonos y haciéndonos el control anual. Mujeres y hombres porque, aunque en menor medida, también nos afecta.

El día de hoy se tiñe con otros colores, es el Día Mundial del Cáncer de Mama Metastásico. Al rosa del origen del cáncer de mama se añaden el verde de la esperanza, el azul turquesa que representa la sanación y el amarillo, como el sol, que nos recuerda sus inmensas ganas de vivir.

Aunque muchas veces permanezcan aisladas e invisibles, son muchas mujeres, y algunos hombres, las que fallecen cada año en nuestro país. Olga, Susana, Laura y así hasta 6.621 personas, pese a los avances de la investigación y al esfuerzo diario de muchos profesionales, fallecieron el año pasado en nuestro país como consecuencia de cáncer de mama metastásico.

En este día deben saber que estamos a su lado. Hoy debemos reclamar agilizar los diagnósticos a través del estudio de marcadores y biopsias líquidas. También debemos exigir un acceso a tratamientos y que puedan participar en ensayos independientemente del código postal. Debe agilizarse la aprobación de fármacos, la personalización de sus tratamientos y que se investigue más, mucho más, muchísimo más, porque se necesita más investigación para más vida.