Falsos dilemas

'Falsos dilemas'
'Falsos dilemas'
ISM

La falacia lógica del falso dilema implica una situación en la que se presentan dos puntos de vista como las únicas opciones posibles, cuando en realidad existen una o más opciones alternativas que no han sido consideradas. 

En los últimos meses demasiados políticos nos han planteado falsos dilemas, en los que en uno de los extremos se encuentra lo deseado por el político y en el otro, el caos. Este falso dilema se ofrece con frecuencia en conflictos nacionalistas. Pero si hay una dicotomía que triunfó desde el primer día, fue la de economía o salud, confinar o abrir.

‘Salvar vidas o salvar el sustento’. Este es un ejemplo claro de un falso dilema: tener el virus bajo control es, en todo caso, un requisito previo para salvar el modo de ganarnos la vida. Así lo declaró, repetidas veces, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría: "Presentar el problema como una elección entre vidas y sustento, entre salud y economía, es un falso dilema", y decía que "si la pandemia no es controlada, no habrá una recuperación económica robusta". Utilizar así el lenguaje conlleva que este no se limita a describir el mundo, sino que actúa sobre él.

El lingüista Chomsky considera que, cuando no se puede controlar a la gente por la fuerza, hay que hacerlo por lo que piensa, y el medio típico para hacerlo es mediante la propaganda. Hay un sector que la ejercita mejor que nadie y desde hace décadas incentiva a través de las emociones determinados comportamientos del consumidor, consciente de que la primera aproximación ante un hecho es siempre de carácter emocional y, posteriormente, entran en juego criterios racionales. Los políticos profesionales lo saben mejor que nadie.

La presidenta de la Comunidad de Madrid descalificó unas manifestaciones del papa Francisco

Un claro ejemplo lo hemos visto en el último viaje de la presidenta Isabel Díaz Ayuso. "El indigenismo es el nuevo comunismo", aseveró en una rueda de prensa en la que ensalzó la acción de los llamados ‘descubridores’ como uno de "los mayores hitos de la historia". Desde Washington dijo: "A mí me sorprende que un católico, que habla español, hable así a su vez de un legado como el nuestro, que fue llevar precisamente el español y, a través de las misiones, el catolicismo y, por tanto, la civilización y la libertad al continente americano". A leerlo recordé el memorable sermón que en diciembre de 1511, en la iglesia de los dominicos en La Española, pronunció fray Antón de Montesinos, que tantas veces he explicado a mis alumnos.

Me sorprendió leer como ‘The Guardian’ la describe como "posible futura líder del PP", y añade que "tiene un historial de declaraciones provocadoras" y enmarca las dirigidas al Papa como una de ellas. En su información considera que "la crítica que se ha hecho al Papa forma parte igualmente de la crítica política gratuita, para consumo interno de sus votantes". Un Papa populista, extranjero, anticatólico y, sobre todo, antiespañol. Esta es la tesis que, desde hace años, defienden los sectores más ultraconservadores e inmovilistas de la Iglesia católica, y que usan sin pudor para atacar a Francisco. Con estas declaraciones parece evidente que ha rebasado el campo de lo religioso para entrar a fondo en el terreno político, a cuenta de una supuesta petición de perdón de Bergoglio por la conquista de América.

Las declaraciones supuestamente ‘provocativas’ de Isabel Díaz Ayuso
son meros clichés que apelan a las emociones políticas más primarias

El ejemplo lo vemos en las declaraciones de dos periodistas, considerados de la derecha mediática. Uno de ellos considera: "A estas alturas existen pocas dudas de la escasa simpatía que tiene el Papa Francisco por España. Estoy convencido de que el Espíritu Santo se confundió y los cardenales eligieron un candidato catastrófico". El otro considera que atacó a los "ofendiditos permanentes" señalando que "Francisco no pidió perdón por la conquista de los españoles. Pidió disculpas si se consideraba que la Iglesia cometió determinadas irregularidades hace 500 años. Esto ya lo había dicho Juan Pablo II".

‘The Guardian’ también se hacía eco del lema de su última campaña, el de "comunismo o libertad", y señalaba algunas de sus polémicas declaraciones en donde dijo que "cuando te llaman fascista sabes que lo estás haciendo bien y que estás en el lado bueno", o cuando atribuyó las infecciones por coronavirus en Madrid al "modo de vida de la inmigración". Cansancio y hartazgo sentimos muchos ciudadanos de que este tipo de mensajes se convierten en meros clichés, cuyo objetivo sería utilizar la emoción política más primaria, sin capacidad de respuesta a la luz de criterios racionales.

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