Por
  • Cartas al director

Cartas al director de HERALDO: Llega el otoño con sabor a fiestas del Pilar

La plaza del Pilar, el 12 de octubre de 2020
Llega el otoño con sabor a fiestas del Pilar
Francisco Jimémez

Llega el otoño con sabor a fiestas del Pilar

Comienza el otoño. 

Se abre el curso escolar y académico, se abre la veda de la caza mayor, vuelven el trabajo y la cotidianidad, los proyectos a realizar, los eventos y la cultura en la ciudad ya están disponibles. Vuelven las ganas de ser normal y de poder besar y abrazar sin miedo ni coacciones, abrir un poco más nuestras libertades dejando atrás la pandemia. Agradecer a la vida que aún estamos aquí después de sufrir por todos los que se nos han ido o no están durante este largo tiempo. El otoño es una estación que huele a fiestas del Pilar y suele asociarse a la veneración y a la Ofrenda de Flores, a la música, al baile y al cante de jotas y con ese color y vistosidad que se exhiben con los variados trajes regionales y las flores por las calles de Zaragoza. ‘Fiestas sin fiestas’. A pesar de su connotación negativa surgen las dudas y una cierta tristeza.

Obedezcamos a ser responsables para cumplir las medidas sanitarias que nos dictan. Octubre de este año nos invita a la reflexión y a vivir sin fiestas oficiales, con esa otra alegría que a los baturros nos caracteriza, y poder abrir las puertas de nuestra hospitalidad de par en par, con control de aforo, eso sí, a todos los de aquí y a los forasteros, para que al menos las promesas hechas a la Virgen del Pilar se vean satisfechas y cumplidas. Otoño, esa estación que deja las hojas caídas en el suelo para recordarnos, reavivadas por el cierzo, que el Ebro "guarda silencio al pasar por el Pilar", como dice la copla. Que se rompa ese silencio en buen ambiente e inicio de estas ‘no fiestas y sin pregón’ exclamando en nuestro interior o virtualmente: ¡Vivan las fiestas 2021 (con fiestas o sin ellas) en honor de la Virgen del Pilar!

Menchu Gil Ciria. ZARAGOZA

La suciedad de Zaragoza

Vaya por delante decir que estoy mayormente contenta con la Gestión del señor alcalde de Zaragoza. No obstante, hay un tema que me preocupa bastante porque creo que no se le presta la suficiente atención: lo sucia que está nuestra ciudad. No hay rincón que se salve, todos los suelos están sucios y mostosos, sin regar desde hace meses y dependiendo exclusivamente de si llueve o no... La cosa se agrava desde el momento en que se han multiplicado las terrazas por motivos obvios, ya que ni los servicios de limpieza del Ayuntamiento ni los propios bares limpian la suciedad pegada en el suelo. Me da vergüenza decirlo, pero somos la ciudad más sucia que he visto en los últimos tiempos. Señor alcalde, preste atención al tema porque no es ninguna tontería. Sé que lo hará.

Mariola Colmenares Orden. ZARAGOZA

Los personajes del barrio

Pienso que nadie querría ser un vagabundo. Pobre, miserable, indigente. Paseo por la ciudad y veo a estas personas sentadas en el suelo con carteles mal escritos y la mano extendida pidiendo una pequeña limosna. En la plaza de mi barrio, una mujer de mediana edad arrastra dos carros extraídos de un supermercado llenos de enseres de una casa que algún día habitó. Ropas metidas en bolsas colgadas de los tiradores de los carros, sombreros de paja conjuntados con la ropa que lleva ese día. Se pasea con unos folletos religiosos que entrega a cambio de una limosna. Coincide en la plaza con otro vagabundo, joven, sin identidad, vestido con míseras ropas. Descansa en los bancos de la plaza, a veces medio desnudo. El que se siente más ofendido de los paseantes llama a la Policía. La Policía le dice que se vista, pero no le da importancia. Una de mis vecinas se entretiene casi a diario cubriendo con tierra agujeros de unos jardines. Pretende nivelar el terreno. Dice que le da energía la tierra. Le digo que pronuncie un mantra, ‘madre tierra, absorbe toda negatividad’. Otra vecina parece que siempre tiene prisa, se recorre todo el barrio con paso rápido, incluso en el supermercado. Me recuerda al ‘correcaminos’ de los dibujos animados: cuatro o cinco pasos rápidos y un salto, así continuamente. En las tiendas, si no le dejas paso a tiempo, te da un empujón. En el barrio hay personajes valleinclanescos y tal vez yo sea uno más. Pobres no faltan en los barrios.

Pilar Valero Capilla. Zaragoza

Fomentar el orden en los niños

El término orden se define como la manera en que están situadas las cosas en un espacio determinado, pero en nuestra vida cotidiana el orden va mucho más allá. Y claro que tiene una enorme importancia en el ser humano en cualquiera de sus estadios vitales y es considerado como una de las primeras costumbres que el niño puede adquirir, pues su periodo sensitivo comprendido entre los 2 y los 6 años es la base sobre la que se asientan todos los demás hábitos. De ahí que debamos esforzarnos para que el orden infantil acabe entrando en sus propios ojos, a fuerza de motivarles permanentemente –por supuesto, con cariño y con paciencia–, ya que vivimos en un mundo ordenado que nos hace la vida más sencilla. Así, entre otras cosas, hay que regularles sus horas de sueño estableciendo horas de acostarse y de levantarse fijas, hacerles usar la misma servilleta y el mismo vaso para el agua, sentarse en la misma silla y apagar la luz, rezar, colocar los zapatos en su sitio, así como recoger los juguetes después de jugar y meter la ropa sucia en la lavadora.

Jimena Sánchez Calderón. Zaragoza

Los incendios forestales

Todos los años, especialmente en verano, somos testigos de la multitud de incendios donde está detrás la mano del hombre, es decir, que han sido provocados por algún desalmado que pone de ese modo en riesgo vidas humanas, poblaciones enteras, a los animales y a la naturaleza en sí. Digo esto para concienciar muy seriamente a la gente y que, ante cualquier señal de alarma y a la mínima sospecha, avise rápidamente a las autoridades, porque si se actúa a tiempo se podrían evitar auténticas catástrofes. Todos sabemos que esta lacra es muy difícil de abortar si los malos se empeñan, pero desde luego hay que cazarlos y debe caer sobre ellos todo el peso de la ley. Hemos avanzado mucho en inversión de medios humanos y materiales, pero aún queda mucho por hacer en prevención y concienciación. Gracias a todos los profesionales, colectivos y voluntarios incluidos, que aportan su esfuerzo, trabajo y riesgo personal para luchar contra el fuego. Ellos son esos protagonistas obligados y casi invisibles cuando la realidad lo requiere. Y son nuestros héroes, muchas gracias.

Luis Solanas Cebolla. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

cartas@heraldo.es

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión