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Cartas al director de HERALDO: La difícil actuación de la Policía

Agentes de la Policía Nacional, durante los disturbios de estos días en Barcelona.
'La difícil actuación de la Policía'
Andreu Dalmau/EFE

La difícil actuación de la Policía

¿Qué nos está pasando? 

Hace años existía respeto a las normas de comportamiento y normalmente no era precisa la presencia de la autoridad para dirimir los conflictos; pero cuando intervenía todos la respetaban y se sofocaban los tumultos. Hoy en determinados ambientes el agente de la autoridad aparece como un provocador, su presencia estimula a algunos a realizar acciones de confrontación. Cualquier día encontramos ejemplos: desalojo judicial de una vivienda, identificación de ciudadanos, manifestaciones, botellones... Son muchos los momentos en los que la Policía sufre ‘agresión a la autoridad’ y no actúa, o lo hace tarde, permitiendo que el enfrentamiento se convierta en un juego. Ante delitos notorios de agresión, como el lanzamiento de objetos, la desobediencia e incluso la agresión directa, se obliga a la Policía a aguantar. ¿Es esta la educación que se debe transmitir al ciudadano? ¿No vulnera esto la obligación que tienen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de actuar frente al delito? ¿Se está creando un ambiente de impunidad? Desde la Constitución hasta la última norma que regula la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se les obliga a actuar frente al delito y detener al delincuente. Cuando el policía ha de resolver una intervención utilizando la fuerza, se le aplica la eximente del cumplimiento de un deber, "rigiéndose al hacerlo por los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad". Podría ser una frase de cualquier coloquio entre profesionales, pero como ya lo ha escrito Pérez Reverte lo cito: "Anda y que os proteja vuestra puta madre". No es la realidad de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, seguro que lo normal es lo contrario, pero no debiéramos ponerles tan difícil ejercer una profesión de permanente auxilio al ciudadano.

Luis Miguel Vernet Gómez. Zaragoza

Humanidades e inteligencia emocional

En un mundo en el que estamos pendientes del desarrollo de las tecnologías, hemos de reconocer que los avances tecnológicos tienen su ciclo vital. Probablemente todos los adelantos, con el tiempo, nos parecerán obsoletos. Hemos de promocionar más las humanidades. Estoy convencida de que nos hacen más inteligentes emocionalmente. Creo, como docente, que ese bagaje humanístico nos puede ayudar en las aulas a ser más generosos con los alumnos, a trabajar desarrollando la creatividad e ir innovando en la forma de enseñar. Me parece de gran importancia que los estudiantes sean capaces de plasmar sus ideas por escrito y tengan un pensamiento crítico, conozcan su historia y otras culturas a través de sus idiomas. Necesitamos mentes abiertas que sepan pensar. Según Francisco Igea, político y médico español, la medicina es, en parte, empatía. ¿Y dónde se aprende más empatía que en la literatura?

Gema Abad Ballarín. Campo (Huesca)

La vacunación y la legislación laboral

Hace unos días leí en su periódico a José Javier Rueda acerca de la obligación de vacunarse o no. Yo considero que vacunarse es una obligación legal especialmente para las personas trabajadoras tanto en el régimen general como en el de autónomos, porque la Ley 31/1995, de prevención de riesgos laborales, obliga a reducir los riesgos que no se pueden evitar a través de sus principios establecidos en el artículo 15 de la misma. Asimismo, el Reglamento 171/2004, de coordinación de actividades, obliga a los responsables de los diferentes centros de trabajo a que todos aquellos que trabajen cumplan con las exigencias legales establecidas en dicha ley. Igual que un empresario debe obligar a un empleado a colocarse un casco reglamentario en una obra o unos zapatos de seguridad en un taller, también debe obligar a vacunarse a sus empleados para reducir los riesgos, tal como impone la ley.

Antonio Fernando Lapuente. Villamayor de Gállego (ZARAGOZA)

Chicos y chicas en la educación

En su informe educativo anual, la OCDE señala que España es el país con mayor número de repetidores y que el 60% de ellos son varones. En los colegios de nuestro país, los chicos están peor que las chicas en todo: en repeticiones, en notas, en abandono, en su visión por los docentes; en todo. Quienes nos dedicamos a la educación ya sabemos que chicos y chicas tienen diferente nivel madurativo: los chicos comparten aula con las chicas, que son más maduras y que marcan el nivel, y fracasan más fácilmente. Además hay un dato en dicho informe referente a la educación española que no se puede dejar de lado: más del 80% del profesorado es femenino y, se quiera o no, se está imprimiendo un sesgo femenino a nuestra educación. Los chicos, en especial en la adolescencia, empiezan a sentir, aunque sea inconscientemente, que la escuela es cosa de chicas. Posiblemente si la OCDE no hubiera levantado la liebre nadie se hubiera atrevido a decir que la escuela presenta este fuerte sesgo femenino que desfavorece a los varones. Tenemos que pensar soluciones para este problema desde la ciencia pedagógica y no desde la ideología, que pretende decirle a la realidad cómo tiene que ser en lugar de escucharla. Pero, como decía un gran maestro, la realidad es muy terca, o la escuchas y atiendes o te hace daño..

Iñaki Iraola Arnedillo. Zaragoza

La crisis del Aranda

Un sinfín de factores y la crisis del principal sector económico durante muchas décadas están haciendo mella en una parte de los habitantes de la Comarca del Aranda, al plantearse la búsqueda de trabajo fuera. Desde hace años se ha reivindicado la reindustrialización de la zona, ayudas a las pocas empresas que quedan del calzado, que desde que se anunciaron en 2017 llegan con cuentagotas o están paralizadas por la lentitud de la Administración, tanto regional como comarcal. Se han llevado a cabo manifestaciones con un apoyo multitudinario. La pérdida de más de 1.500 puestos de trabajo conlleva la pérdida de habitantes y de poder adquisitivo en una comarca que fue hace décadas una de las más pioneras de Aragón. De venir todos los días a trabajar más de 200 personas, a duplicar esta cifra pero en sentido contrario. Los habitantes de esta Comarca se preguntan por la dejadez existente en la actualidad. Muchos piensan que Bon Área, que se está instalando en Épila, a menos de 30 minutos del Aranda, con más de 4.000 puestos de trabajo, puede ser una salida a su situación laboral, pero se resisten a salir de esta zona, que siempre se ha caracterizado por la buena mano de obra. Otros piensan que aquí llevamos décadas solicitando soluciones y no llegan y en otros lugares de Aragón se están dando soluciones a crisis que han surgido en corto tiempo.

Francisco Tofe Andrés. BREA DE ARAGÓN (ZARAGOZA)

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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