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Cartas al director de HERALDO: La ampliación del Prat y el aeropuerto de Zaragoza

Vuelos desviados a Zaragoza
'La ampliación del Prat y el aeropuerto de Zaragoza'
Guillermo Mestre

La ampliación del Prat y el aeropuerto de Zaragoza

Dos de las parábolas que más me marcaron en mis años colegiales fueron la del rico epulón y el pobre Lázaro y la del hijo pródigo, de rabiosa actualidad. 

Pero para no irme por las ramas me centraré en la de Lázaro. Como recordarán, la parábola habla de un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino fino y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquel, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico. Seguramente se preguntaran a qué viene esto. Pues bien, me ha venido a la memoria por las negociaciones por parte del Gobierno central para ampliar el aeropuerto de Barcelona, ampliación que según parece ha quedado en suspenso. Durante mi vida profesional, un cierto tiempo tuve que ocuparme de la logística y en algún curso me dijeron que Zaragoza era en España como Chicago en Estados Unidos, sede del ferrocarril más grande de terminales e ideal para los servicios de transporte por carretera. Pues bien, Zaragoza está a 300 km de Barcelona, Madrid, Pamplona, Valencia o Bilbao, y a menos de Logroño, Huesca, Teruel, Lérida o Tarragona. Enlazada con dichos núcleos urbanos por carreteras de primer orden o vías férreas. La Terminal Marítima, con capacidad para recepcionar trenes con plataformas para más de 500 contenedores, no deja de ser un valor añadido, la proximidad de los puertos de Sagunto, Valencia, Bilbao, Tarragona o Barcelona es otro punto a tener en cuenta. ¿Por qué no aprovechar la coyuntura para solicitar esos 1.700 millones destinados al aeropuerto del Prat para la ampliación de las instalaciones del de Zaragoza y dejar de ser como siempre el pobre Lázaro? El guante ya está arrojado, Sr. Lambán, solo queda recogerlo.

Miguel Ángel Marqueta González. ZARAGOZA

D. Carlos Schrader

El pasado viernes 17 se jubiló el profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, doctor y catedrático de Griego, Carlos Schrader, y se le hará un caluroso homenaje, en el aula magna de la Facultad de Medicina, con varios de sus antiguos alumnos y compañeros, incluida una ‘tabula gratulatoria’ con unos cuantos nombres. Como alumno de la primera promoción de egresados en Filología Clásica tuve el inmenso honor de recibir sus enseñanzas de griego, y aunque me he dedicado más a la lengua latina, no he olvidado ni al profesor ni la asignatura (por desgracia, algo tan bonito como la lengua griega está desapareciendo de los institutos de Secundaria y de las enseñanzas medias). En los primeros años de la carrera estaba él solo como profesor de Lengua Griega I y II, hasta que se consolidó la especialidad, pero en cualquier caso mucho aprendimos y disfrutamos (¡y sufrimos en ocasiones!) en sus clases con la traducción e interpretación de textos de Homero, de Platón, de Lisias, de Tucídides, de los líricos (Píndaro, Alcmán, Simónides, Arquíloco, Tirteo…), de Eurípides, de Sófocles, de Aristófanes, etc. Tenemos graciosas anécdotas en clase o fuera de ella (hasta fumar en los exámenes), y lo mal que lo pasó cuando la plaza de catedrático fue asignada a otro aspirante. ¡Gracias, Carlos, por todos esos años, y mucha suerte en tu nueva etapa!

Félix Gay Sánchez. Barbastro (Huesca)

Sobre las homilías

Hablando con un sacerdote amigo, le comenté que seguir el hilo conductor de la homilía en algunos templos era harto complejo, porque exigía un continuo esfuerzo auditivo difícil de sostener. Una de dos: o el sistema de megafonía era inadecuado o el oficiante no era consciente, porque nadie se lo había advertido, de que debía esforzarse en la vocalización y en elevar el tono de voz, para que su mensaje evangélico llegara con nitidez a los creyentes que participaban en la ceremonia. Si además le añadimos la excesiva duración de algunas prédicas, fácilmente podremos colegir que se necesita gran acopio de fervor para asistir a tales cultos. Y es que no recuerdan aquella frase que popularizó nuestro paisano Gracián: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno". O también: "Y aun lo malo, si poco, no tan malo". Menos mal que el papa Francisco ha salido en defensa de los pacientes fieles, solicitando al clero que modere sus prolongadas pláticas.

José Antonio Gayarre Gómez. Zaragoza

Sin rendir cuentas

Sin rendir cuentas al Congreso de los Diputados, así está el Gobierno más progresista de la historia de España, o al menos eso dicen ellos. Cada día es más evidente el desprecio del Ejecutivo de Pedro Sánchez a los controles democráticos, en especial al parlamentario, el más importante. Pues, aunque los españoles estamos ya acostumbrados a ver cómo los ministros se niegan a responder o responden eludiendo las preguntas de la oposición, esta vez han ido más allá, llegando hasta el punto de estar tan solo presentes seis de los veintidós miembros del Gabinete de Sánchez en la sesión de control. Sánchez y su ministro de Exteriores tienen excusa, pues se encuentran de viaje en Nueva York, pero no se entiende la excusa del ministro del Interior, Grande-Marlaska, amparada en la erupción del volcán de La Palma. Menos aún, la ausencia de la mayoría del resto de titulares ministeriales, que no se han excusado y han dejado sin respuesta la mitad de las preguntas. Es un suma y sigue, pues Sánchez lleva desde que es presidente sin convocar el debate del estado de la nación. Se vislumbra en todo ello una cierta aura de totalitarismo. Esperemos que el Gobierno rectifique.

Guillermo José Campo Pomar. ZARAGOZA

Inadmisible escombrera

El domingo 19, regresaba a Barcelona del Monasterio de Nuestra Señora del Olivar (Teruel), a la altura de Calanda, cuando, a ambos lados de la calzada de la N-211, vi una serie de bolsas amarillas. Las bolsas aparecían llenas y se distribuían cada 200 metros en los aproximadamente 18 kilómetros que separan Calanda de Alcañiz. Intrigado, detuve el coche para comprobar el contenido de lo que parecía ser basura y, para mi sorpresa, comprobé que efectivamente se trataba de restos de envoltorios, latas, envases y otros residuos que se depositan habitualmente en el contenedor amarillo. Las bolsas llevaban inscrito en letras tipográficas y mayúsculas la palabra ‘conservación’ y el membrete constitucional del Estado. Me quedé atónito. Me pregunto en qué cabeza cabe depositar semejante escombrera a ambos lados de la calzada; y si no hay ninguna autoridad para empezar a retirar semejante basura de la vía pública y, de este modo, permitir gozar de unas maravillosas vistas y del paisaje. El buen nombre de pueblos y espacios empieza por mantenerlos limpios.

Jorge Bardavío Julve. CARDEDEU (BARCELONA)

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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