Por
  • Heraldo de Aragón

Cartas al director de HERALDO: 'Una avenida para Teresa y Pepelu'

Teresa Perales, con el brazo lesionado, en su domicilio zaragozano.
Teresa Perales.
Guillermo Mestre

Una avenida para Teresa y Pepelu

Hace cuatro años, los políticos que ganaban el Ayuntamiento de Zaragoza lo primero en que pensaron para dejar rastro fue pedir el cambio de nombre del pabellón Príncipe Felipe y lo fácil era buscar el nombre de alguien que no pudiera renunciar: Pepelu (José Luis) Abós, que no estaba entre nosotros ni siquiera para opinar. En esta misma sección se publicó una carta mía en la que pedía que dejaran en paz a Pepelu, al que tuve el honor de conocer y tratar y que estuvo de monitor en un campamento de ‘basket’ en La Garriga (Barcelona) al que asistió mi hijo. El final lo conocemos todos, humo negro que lo mancha todo pero que se limpia fácilmente con el olvido. Hoy, los políticos del otro bando, siguiendo la moda dicen que el Che Guevara no es digno de tener una calle y proponen cambiarle el nombre y dedicársela a Teresa Perales, como si Teresa pudiera ser tratada como un monigote en manos de los políticos de turno. Teresa puede y debe opinar y yo, como ciudadano, opino que Teresa es lo más grande que ha conocido Zaragoza y hoy, incluso lesionada, ha conseguido su enésima medalla para los zaragozanos. Si los que mandan en el Ayuntamiento tienen dos dedos de frente, deberían poner el nombre de Teresa Perales a cualquiera de las vías más céntricas de Zaragoza. Agustina de Aragón es lo más cercano a la figura de Teresa. Por decir una tontería, ¿por qué no cambiar el paseo de Pamplona (que no llega a Pamplona) pero queda en el centro, que es lo que se merece Teresa? General Mola lo cambiaron por Sagasta y ninguno de los dos le hace sombra a nuestra Teresa. Por cierto, ¿dónde está la calle o plaza dedicada a Pepelu? Y, finalmente, ¿alguien sabe si nuestros políticos sirven para algo? Todos son iguales, están ahí solo para ‘¿qué hay de lo mío?’.

Pedro Calvet Gutiérrez. ZARAGOZA

Lo chapurriáu está viu

Aquellos que luchan por defender causas perdidas, normalmente están solos, tremendamente solos. Ese es nuestro caso. Cuando hace tres años esta asociación comenzó esta cruzada que es la defensa del chapurriàu, estábamos prácticamente solos. Éramos débiles. Éramos inexpertos y demasiado confiados, nos cegaba nuestro sentimiento de amor hacia nuestra lengua, nuestra tierra y nuestras raíces. Nos cegaba el saber que tenemos razón, saber que el chapurriàu es, y siempre ha sido, una lengua aragonesa, y que nuestros pueblos, desde la reconquista, siempre han sido aragoneses. Decidimos emprender esta lucha incluso a sabiendas de que seguramente estaríamos solos, pero dijimos: «Adelante, si ya está todo perdido, ¿qué más podemos perder?». Perder no hemos perdido nada, pero ganar... ¡cielos si hemos ganado! En estos escasos tres años para nada estamos solos, nos apoyan miles de personas. Miles de aragoneses, pero también del resto de España. Aquellos que nos acusan de ser anticatalanes se van a dar con un canto en los dientes. Y es que prevalece nuestra razón, nuestro sentimiento, que es puro, transparente, como hemos dicho antes, sin manipular. Porque nosotros defendemos nuestras razones sin engaños, sin manipular nada ni a nadie. Los que manipulan son otros, capaces de manipular desde la historia hasta la realidad misma con tal de crear confusión. Ahora, ese luchador solitario se ha convertido en una realidad indestructible. Un luchador duro, pues la dureza le llega desde sus argumentos auténticos, transparentes, sin manipular, que emanan del corazón y conquistan los corazones de miles y miles de personas que ya están hartas de las mentiras y manipulaciones que hacen otros. Seguimos siendo ese luchador solitario, pero ahora con mucho músculo, perfectamente arropado por miles de ciudadanos de buena fe. Nuestra verdad, nuestra humildad, nuestra nobleza y nuestro sentimiento verdadero de amor por aquello que somos, les convence. La causa de nuestra lucha sigue perdida, pero ahora podemos luchar cada día con más fuerza. "Lo chapurriáu está viu, lucharem per lo seu reconeiximen".

Juan Carlos Abella Cuartielles. VALDERROBRES

Aglomeraciones

Pasamos de una pandemia cruel a un estado de pasotismo descontrolado. Pese a estar con rebrotes de todos los colores y formas, este año, sobre todo en el Pirineo de Aragón, en cualquier rincón donde años atrás solo encontrabas silencio y aves volando, en cualquier pueblo o camino, encontrabas gente debido al turismo. No hemos aprendido nada. Me chocó mucho encontrarme tanta gente en Biescas: un pueblo que sufrió la pandemia en primer grado el año pasado, con aglomeraciones y calles repletas de gente y sin ningún control. Por si todo este desorden fuera poco, los bares y restaurantes han rematado el pastel inundando calles, aceras y vías públicas. ¿Cómo pueden permitirlo los ayuntamientos? En una vía de mucho tránsito de vehículos y aceras de un metro de anchura, encima se ponen mesas y banquetas, inundando el cien por cien del paso peatonal. Biescas es un pueblo muy visitado y si lo que pretenden es levantar la economía, háganlo con un poco de sentido común. No se pueden cerrar los ojos para no ver los riesgos. Si consideran que las calles no son anchas, y las aceras mucho menos, corten el tráfico de las vías más llenas de personal. Como muestra, la situación vivida en la calle principal en este pueblo, un día del mes de agosto, intentando dar un paseo, rodeado de gente, por unas aceras inundadas de mesas y sillas. Tenías que andar por la vía de los coches y pasé un momento de angustia porque pensé que iba a ser atropellado. Quiero dejar claro a quien gobierne Biescas que esta no es la mejor manera de organizar el bienestar y la seguridad de los visitantes. También quiero dejar un recadito para los alcaldes de ciudades y pueblos: si quitan un 25% de plazas de aparcamiento en favor de los bares, lo que les supone unos ingresos, ¿proporcionarán plazas de aparcamiento de otro modo o solo piensan en la recaudación? Estamos hartos de los listillos.

José Sierra Calvo. ZARAGOZA

Nuevo verano en Saravillo

Este año, nuevo reencuentro, con nuestros rostros aún bajo las secuelas de un pasado próximo marcado por la incertidumbre y, a veces, el desconcierto. Nuestros ojos, más que nunca expresión de nuestro corazón y emociones. Reencuentro con jubilaciones y nacimientos, el curso natural de la vida, vida que, mientras está, nos muestra su cara más amable y a veces la más amarga. Este pensamiento va dedicado a los que se fueron hace tiempo y aún recordamos, a los que hace poco que perdimos, a nuestros jóvenes que han echado el vuelo y este año no hemos podido compartir con ellos, y a todos los que hemos estado participando de momentos, sin fiestas, pero para recordar. Un abrazo a nuestro bonito pueblo, Saravillo, y a su gente, fuere de donde fuere, que se reúne cada año en este bello valle.

Carme Prat Roman. CASTELLDEFELS (BARCELONA)

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

cartas@heraldo.es

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión