La Conferencia Sectorial de Educación ha optado por la prudencia, de manera que en el comienzo de curso se mantendrán buena parte de las medidas preventivas contra la covid que se aplicaron con éxito el año pasado. 

Hay que confiar en que la vacunación ayudará a que los centros educativos sigan siendo espacios seguros, pero en ese sentido hay que constatar que todavía hay un 5% de los docentes que no están vacunados, cuando lo ideal sería que todos lo estuviesen.

Cuando todavía se registra una elevada incidencia del virus, tanto en Aragón como en el resto de España, y el número de pacientes covid en las ucis sigue siendo elevado, parece razonable que, de cara al comienzo del curso escolar, se mantengan las necesarias medidas de precaución. Si, como se espera, la pandemia evoluciona de manera favorable, habrá ocasión de ir relajándolas. No obstante, habrá una diferencia esencial respecto al curso anterior, ya que las clases serán presenciales desde el primer momento en todos los niveles educativos, para evitar las disfunciones que provoca la enseñanza telemática. Durante el curso pasado, la disciplina de la comunidad educativa permitió que colegios e institutos desarrollasen su actividad de manera segura y con una relativa normalidad. Este año, aunque se mantienen las precauciones, todo debería ser más fácil gracias al proceso de vacunación, pero alumnos, padres, profesores y el resto del personal de los centros tendrán que seguir realizando un esfuerzo. Se espera que cuando comiencen las clases esté ya vacunada la mitad de los alumnos mayores de 12 años. En cuanto a los docentes, se han vacunado ya el 95%, un porcentaje alto y claramente superior al de la población general, pero que parece insuficiente en un ámbito como el escolar, donde las posibilidades de transmisión del virus son mayores. La responsabilidad de todos debería llevar a que muy pronto estuvieran vacunados el cien por cien de los profesores.