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  • Heraldo de Aragón

Cartas al Director: "Diferentes acentos para una lengua común"

Los ficheros de la Real Academia Española sirven para elaborar el Diccionario.
Los ficheros de la Real Academia Española sirven para elaborar el Diccionario.
José Miguel Marco

Es maravilloso comprobar que personas de distintos lugares de España compartimos la riqueza de nuestra lengua común. Es tal la variedad de acentos, son tantas las expresiones diferentes, son tan distintas la musicalidad y el tono de nuestras expresiones orales, que no hacen sino contribuir a la riqueza de una lengua que lleva implícita la marca de nuestro origen. No deja de ser un orgullo que se identifique el lugar en el que vinimos al mundo, o donde crecimos, simplemente por el acento y la forma de decir las cosas. Al bendito imperio del latín y con la incorporación del árabe, se han sumado localismos que aportan una riqueza lingüística que tendríamos que valorar. Hace unos días, comiendo en un chiringuito de la playa en Torremolinos, fuimos atendidos por un atento camarero de fuerte acento gallego, una eficaz y graciosa camarera andaluza, y un servicial encargado soriano. Ninguno dudó al localizar nuestro lugar de procedencia y lo hicieron de una forma cariñosa haciendo referencia al espíritu aragonés y a sus visitas a la Virgen del Pilar. En ocasiones como esta me hace feliz el reconocimiento de mi procedencia, y al mismo tiempo también me siento un poco gallego, andaluz, castellano… y también vasco, catalán, extremeño, valenciano, asturiano… Que le voy a hacer, si yo nací en Hispania, donde, por desgracia, y a pesar de todo lo que significa, hay a algunos hispanos su sola mención les provoca un sarpullido cerebral incomprensible. No son capaces de ver toda la grandeza cultural y social que se encuentra dentro de este país, y de lo que sus gentes son capaces de hacer cuando trabajan unidas. No, unos pocos que no quieren participar de todo lo que nos une no tienen el derecho de evitar que lo hagamos esa mayoría hispana.

Lorenzo Solanas Forcén

ZARAGOZA

No era mi día

Digamos que no fue mi mejor día. Desayuné con la mirada en uno de esos telediarios matutinos que nos nutren con una batería de acontecimientos deprimentes. Tenía que acercarme a mi centro médico para solicitar el pin de acceso para el certificado de vacunación y, de paso, un pago en el banco. Llegué al centro de salud a las 10.20. Posicionado al final de una larga cola, conforme iba avanzando vi un letrero que avisaba: «De 8.30 a 11 solo se facilitara el código personal». Pensé: «¿Por qué solo hasta las 11? A mí ya no me llega. ¡Volveré mañana antes de las 9!». Debía entonces encontrar la oficina bancaria donde tiene la cuenta el beneficiario para mi pago. Fui a la más cercana que conocía. No era mi día, resultó ser una de tantas que han ido cerrando. Un transeúnte me informó de otra sucursal. Llamé al timbre, me dijo el empleado que lo hiciera a través del cajero, a partir de las 11 -otra vez el enigmático número-, ya no se atiende en el mostrador. Utilicé mi último recurso, el cajero automático, pero este no funcionaba. Me dijo el empleado que por la tarde irían a repararlo. Perdida la mañana, de regreso a casa, miré el buzón. Solo una carta, de las eléctricas. Intenté sin conseguirlo descifrar el jeroglífico en el que se ha convertido la factura de la luz. Pero sí alcancé a ver que, a pesar de poner la lavadora en esos nuevos tramos valle y llano, el recibo otra vez había vuelto a subir.

Daniel Gallardo Marín

GARRAPINILLOS (ZARAGOZA)

Navidad anticipada

Abel Caballero, alcalde de Vigo, tiene casi tanta prisa como el Estado por la llegada de la Navidad. El Estado pone a la venta y promociona desde julio la lotería de Navidad y el alcalde viguense empieza a colocar la iluminación navideña en agosto. A ambas instituciones, Estado y alcaldía, les sobran los meses entre el verano y la Navidad, les sobra el otoño. Al Estado le corre prisa cobrar el porcentaje que le queda del dinero que los españoles nos gastamos alegremente en la lotería navideña con la falsa esperanza de salir de apuros económicos. Y al alcalde de Vigo, demostrar que su ciudad tendrá las mejores luces del mundo. Su obsesión es compararse con Nueva York. Dudo de que le mueva más el interés económico para la ciudad que su orgullo. Quiere dejar constancia de que es el alcalde español ‘con más luces’, en su doble significado, un alcalde deslumbrante. Ha manifestado que Nueva York se va a quedar pequeño. ¿No es eso complejo de inferioridad?

Martina Pellejero Cuéllar

Zaragoza

Cataluña retrocede

Desde hace años en Cataluña los últimos gobiernos de la Generalitat no gobiernan, su única obsesión es el independentismo. Han olvidado la gestión económica y los ciudadanos están abandonados a su suerte con tanta política identitaria. Según el INE, en abril por primera vez una Comunidad como es Andalucía, distinta a Madrid, supera a Cataluña en nacimiento de empresas y sociedades mercantiles. En ese mes se crearon en Madrid 2.321, en Andalucía 1.589 y en Cataluña 1.578, donde, además, la fuga de empresas en los tres últimos años por inseguridad jurídica está haciendo perder competitividad. Es también Andalucía la región con más autónomos de España, superando a Cataluña en junio con 560.000 trabajadores por cuenta propia. La gestión del Gobierno del PP y Ciudadanos en esta Comunidad, una vez desbancado el PSOE que la gobernó ininterrumpidamente 36 años, es digna de elogio. A los ciudadanos de Cataluña les es llegada la hora de meditar si tanta obsesión independentista y tanto victimismo conducen a algo positivo, o si, más bien, están llevando a la ruina a las familias. En lo que fue uno de los grandes epicentros empresariales, con el desafío separatista, la economía se está reduciendo a cenizas. Hay una realidad: el dinero no tiene ideología. No estaría de más que también Sánchez y su Gobierno se planteen si tanto apoyo a las tesis independentistas también contribuye a la ruina de una Cataluña que tiene un grave problema de gestión.

Joaquín Mañeru López

ZARAGOZA

Un éxito compartido

Como pacto dorado podría calificarse el protagonizado por dos atletas en los Juegos Tokio 2020, uno de Italia y otro de Qatar, en la disciplina del salto de altura. Habiendo llegado a ser finalistas, tras haber conseguido saltar el listón de los 2,37 metros, comunicaron sorprendentemente al juez su firme decisión de no seguir desempatando. La imagen de ambos atletas, triunfantes y henchidos de júbilo en las pistas del estadio, festejando su éxito compartido, ha sido sin duda una de las estampas más poderosas y emocionantes de las recogidas hasta la fecha, ya que no se registraba un hecho así en toda la historia de los Juegos Olímpicos. Y es que, como dijo nuestra gran tenista Carla Suárez tras ser eliminada, en el deporte -escuela de vida- la rivalidad y la amistad pueden ser perfectamente compatibles.

Diego Sánchez Bolsa

ZARAGOZA

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