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Cartas al director de HERALDO: 'A Miguel Labordeta'

El poeta Miguel Labordeta, uno de los protagonistas de la revista Turia.
El poeta Miguel Labordeta, uno de los protagonistas de la revista Turia.
DPT.

'A Miguel Labordeta'

Mañana, 16 de julio de 2021, se cumplen cien años de tu nacimiento. 

Tu poesía soñó un mundo mejor tanto en cada yo que lo habitaba como en lo que debería haber sido la historia. ‘Severa conminación de un ciudadano del mundo’, poema leído por José Antonio en el Congreso, te dio un momento de relevancia en una situación crítica para la sociedad española; una pequeña muestra de lo que merecerías y que la rancia crítica literaria coetánea te robó. Tu gran creación poética supera, para mí, la de poetas que han ganado el Nobel. Menos mal que ahora se reconoce tu poesía, tarde, pero se hace. ‘Sum (ido) 366’, un libro que escribí hace unos años y presenté en la Fundación Labordeta, es un homenaje a tu voz, a esa indagación poética de la libertad que debería anidar en el hombre y que gracias a tu creación pudimos soñar. Con tu hermano José Antonio Labordeta puede hablar dos veces, y hablé de tu obra poética. Es lo más cerca que pude estar de ti, gracias a esa manera lejana en el tiempo de hablar con alguien que te conoció, amó y que, al oír hablar de ti, en sus ojos se vislumbraba la melancolía que incendiaba con el fuego de la nostalgia su mirada. Mereciste mejor destino en lo vital, en lo amoroso. Muchos mediocres lo alcanzan. Siento que tu muerte fue existencial; el dolor de no encontrar lo que buscabas en la vida supuso una muerte indirecta que acabó contigo. De tu dolor vital nace el deseo poético de fundirte en el cosmos, ser aniquilado en su totalidad, disuelto con el todo del universo indescifrable. Mañana y todas las mañanas de los futuros que soñaste para un mundo mejor, nos traerán la búsqueda de un amor fraternal soñado en tu obra poética, siempre estarás con nosotros.

Jesús Soria Caro. Zaragoza

'El mundo informático'

Hace una semana salía en prensa la posibilidad de solicitar los volantes y certificados de empadronamiento por internet desde la página web del Ayuntamiento de Zaragoza. Aparentemente, todo un avance para el ciudadano, o quizás no. Porque lo que se nos vende como avance suele esconder una deficiencia en la atención al propio ciudadano e, incluso, entorpece aún más el trámite. Llevaba dos días intentando solicitar el volante de empadronamiento para una beca de la universidad de mi hija. Hubiera preferido, como hacia cada año, hacerlo presencial, pero cuando fui a pedir cita previa estaban todas cubiertas para la semana, así que me adentre en el mundo informático. Soy funcionaria desde hace más de 30 años, por lo que tengo amplia experiencia en aplicaciones informáticas y formación en la administración electrónica. Teniendo los medios y el certificado de firma digital, me ha sido imposible terminar el proceso en ninguno de los cuatro ordenadores que tengo en casa. Para finalizar la solicitud es imprescindible contar con aplicaciones que no todos los ordenadores soportan, además de un escáner. Estoy de acuerdo con la digitalización, pero genera desigualdades entre los que tenemos o no recursos materiales, además de que en muchas administraciones están sirviendo de excusa para recortar en las plantillas. Esperemos que en este caso no sea así, puesto que, finalmente, ha sido la Junta de Distrito de mi barrio, la más cercana al ciudadano, la que soluciono mi problema. Está bien que la Administración avance, pero, por favor, no transformemos lo que antes era ir de ventanilla a ventanilla, y el vuelva usted mañana, en un periplo informático que afiance más la brecha digital existente.

Flor Miguel Gamarra. Zaragoza

'La senda de los elefantes'

En los momentos de crisis, como el actual, es cuando se aprecian mejor las carencias de una sociedad. Carencias de sobra conocidas, pero que nadie parece tener interés en atajar. Les pondré un ejemplo que podemos ver en la naturaleza, la misma que nos avisa de nuestros excesos, como ha sucedido con este virus mortal.

Un día, viendo un documental sobre África, pude conocer el ‘sistema educativo’ de los elefantes. Como mamíferos y animales de gran cerebro, y al parecer memoria, tienen una etapa similar a la adolescencia de los humanos, que significa que se carece de la madurez o plenitud de la persona adulta, nada más. Cuando los elefantes tienen su época de celo, sus ‘adolescentes’, muestran comportamientos fuera de lugar, incluso una alta agresividad. Sin embargo, a los adultos no parece molestarles, porque, cuando llegan a determinados excesos, los reprenden, incluso físicamente, llegando a apartarlos temporalmente de la manada. En nuestro país, tras el fracaso estrepitoso de siete leyes educativas diferentes, hemos llegado a una situación que nos define: se pretende que nuestros jóvenes, y en general toda la población, acaten una actitud y no una norma. Lo que no se ha tenido en cuenta es que las actitudes son voluntarias, a diferencia de las normas que obligatorias. Lo que explica que los alumnos de nuestro sistema educativo tengan cada vez menos nivel académico, ya que se fía todo a su actitud y no al cumplimiento de una norma. Hecho que, como vemos cada día en la pandemia, inunda nuestras calles de botellones, fiestas... Nadie pretende que se les obligue a todo, pero sí que aprendan a respetar una serie de normas mínimas, con paciencia, coherencia y el rigor necesario. La educación no trautamiza. Lo que lo hace es suponer que en la vida no vamos a encontrar obstáculos para conseguir la felicidad. Para eso hay normas para que nuestra felicidad no atente sobre la de otros. Pero como nos empeñamos en deshacerlas o incumplirlas, solo nos queda la ignominia. La inconsciencia de unos pocos puede conseguir que nos coarten la libertad a todos, obligándonos a seguir, una vez más, la senda de los elefantes, que ya recorrimos en nuestra juventud.

Juan José Barragán. Zaragoza

'Más que un ídolo'

Quisiera poner en valor a un gran deportista con raices aragonesas en Leciñena. Ignacio Ortega (‘Pincho’), vino al mundo sin piernas, de rodilla para abajo, pero eso nunca le supuso un obstáculo para lograr superarse. No lo conocemos personalmente, pero sabemos de él desde que nació: su abuela Teresa es el vínculo que nos une en la distancia y a través de la familia común. Conocemos de sus logros deportivos y esa más importante historia de superación. Trabajo, esfuerzo y tesón logran que de la tierra seca broten vino, aceite y trigo. Y_en ti, Ignacio, te han hecho merecedor de nuestra admiración y respeto. Hace unos días, nos llegó la noticia de que vas a representarnos en las olimpiadas de Tokio con la selección masculina de baloncesto en silla de ruedas. Desde Leciñena, cuna de tu abuela, te hacemos llegar todo nuestro apoyo y te damos las gracias por no darte por vencido y luchar por todos tus sueños.

Fernando Marcén Letosa. Zaragoza

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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