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  • Heraldo de Aragón

Cartas al director de HERALDO: 'Malos humos en las terrazas de los bares'

La medida fundamental para reducir la prevalencia de EPOC es rebajar el consumo de tabaco.
'Malos humos en las terrazas de los bares'
Antonio García

'Malos humos en las terrazas de los bares'

Mi padre solo tenía un vicio: el tabaco, y todos acabamos con alguna afección pulmonar en casa. 

Al menos, ninguno de los cuatro hijos salió fumador. Tuve un vecino a quien el médico le había advertido: si sigue usted fumando, su esposa morirá. Algunos vecinos tratamos de convencerlo: "Esposa o tabaco, escoge". La mujer murió. El tabaco mata al fumador que mete el humo en sus pulmones y al que lo mete de segunda mano, pasando de unos pulmones con sus cositas a otros que no querían ser infectados, pero... La ley es muy tímida a la hora de protegernos de las contaminaciones de humanos contra humanos. En las terrazas de los bares, observamos a los fumadores que escogen el lugar especialmente para su deleite contaminante; algunos, simplemente, se ponen de pie y fuman desde la misma distancia que si estuviesen sentados. Busco asiento en una terraza del parque de la Sedetania, bajo los árboles; repaso las mesas, encuentro una cuyos vecinos más próximos no tienen cajetillas de tabaco ni mecheros sobre la mesa, ¡bien! Pido mi cerveza. Antes de que me la traigan ya se cuela el humo, donde viajan cómodos y lejos los gérmenes de la covid y los particulares, en mis narices. Son unos jóvenes, sentados a cinco metros. Me acerco, les digo lo que los camareros no se atreven a decir: "Por favor, respetad el ‘prohibido fumar en la terraza’". Me miran con asombro y odio, uno se levanta y se retira un metro. Vuelvo a mi mesa, ya tengo la cerveza. Ojeo el HERALDO: "Joven se arrepiente de haberse infectado por irresponsabilidad". ¡Guay! Ahora solo tiene que cuidar de no infectar al abuelo –unos se infectan y otros pagan–. Los vecinos de mesa se van, llegan unas chicas, no creo que… Pues sí, lo primero, el tabaco. Dejo la cerveza empezada y me marcho. Yo también puedo morir de malos humos.

José Luis Sancho. Zaragoza

'Nuevo Gobierno'

El presidente del Ejecutivo ha dado un giro espectacular en su gabinete.

La valoración, la pondrá el tiempo. Ahora lo que toca es ver cuál es la actividad y las propuestas de estos nuevos ministros ante los cada vez mayores problemas en la sociedad española. Dinamizar el Gobierno es el camino, pero se torna insuficiente si solo vemos un cambio de caras. Sánchez no ha esperado a las vacaciones veraniegas para esta remodelación. Se supone que en agosto, estos nuevos ministros no tendrán vacaciones y se remangarán la camisa para ponerse manos a la obra a fin de llegar a septiembre con los deberes realizados para presentarlos a la ciudadanía. En espera de la nueva actividad ministerial, necesitamos cambios estructurales de fuerte calado si queremos tener un futuro prometedor. Tal vez sea la última oportunidad que tiene este Gobierno de coalición de conectar y solucionar los problemas de la sociedad. La oposición está al acecho...

Pedro Marín Usón. Zaragoza

'De políticos y política'

La política es una de las pocas profesiones para las que no se exige un currículum académico; solo sumisión, obediencia, lealtad y adscripción al partido. Sus diputados y senadores cobran salarios muy superiores a un catedrático de universidad, nivel 30, además de otras prebendas que no tienen el resto de profesiones. En opinión de los ciudadanos, los políticos están muy mal valorados, debido a la corrupción, amiguismo, clientelismo y enchufismo. No hacen falta muchos méritos académicos para llegar a ministro, secretario de Estado o presidente de las muchas empresas públicas creadas para colocar a sus afines. Claro, luego necesitan asesores de todo tipo por doquier para gestionar de alguna manera los innumerables problemas que lleva aparejados su desempeño. A los políticos se les debería exigir más que a nadie en todos los aspectos, formación, honradez, transparencia, abnegación y dedicación, toda vez que cobran más que ningún empleado público. Y dimisión, cuando no cumplan lo prometido, mientan descaradamente y actúen dictatorialmente. Sería la manera de que los ciudadanos aumentaran su confianza y creyeran en ellos. Por el bien de todos.

Joaquín Palacios Latasa. Zaragoza

'Las patas muy cortas'

Eso se decía antes de los mentirosos, que tenían las patas muy cortas y se les cogía pronto;_aunque ahora, si el mentiroso va acompañado por un grupo de palmeros interesados, y a poder ser comprados con el dinero de todos, puede durar más que las pilas de calidad. Seguimos sin darnos cuenta de que las izquierdas y las derechas dejaron de existir hace muchos años, porque el resultado de sus trabajos termina en el mismo sitio, en el enriquecimiento de los que mandan y en la ruina de los que nos vemos obligados a obedecer. ¿Alguien piensa que la izquierda española, en la mayoría de los casos, formada por personajes que no han trabajado nunca, va a sacar a alguien de algún apuro más allá de alguna ayuda para conseguir su voto? Y si miramos a la derecha, veremos que muy pocos han demostrado nada en su vida, fuera de las faldas de los partidos políticos, y que, lo mismo que las izquierdas, no creo que sean capaces de pensar en los ciudadanos, porque ambas tienen a mucha gente a su lado buscando puestos donde cobrar mucho con poca o ninguna responsabilidad. El Gobierno, legalmente establecido, abusa exageradamente de su mayoría ‘Frankenstein’ y nos está llevando al enfrentamiento ciudadano, a la confusión y a la división. Son tan burdos que quieren engañar hasta a los que nos prestan el dinero. Las izquierdas y las derechas hacen política de salón, pero, al final, ninguna sabe dar solución a los problemas de las familias ni a las empresas. Nadie sabe explicar que es ‘ser de izquierdas’ o ‘de derechas’, y eso solo nos lleva a la desunión. Para votar, es mejor conocer a las personas que nos van a mandar en vez de su ideología. Sería mejor para todos.

Adela Laborda Gavalda. Zaragoza

'Parque de secano'

En la antigua playa de vías de la Estación del Norte de Zaragoza, entre la calle de Matilde Sangüesa y la de Perdiguera, a 500 metros del puente de Piedra, los ciudadanos podemos disfrutar de un ejemplo de jardín seco japonés: un parque de arena compactada, estilo Zen. Es un erial sucio, descuidado, con unos bancos desangelados, una zona de aparatos de ejercicios para mayores y dos ailantos silvestres. La margen izquierda de la capital se merece una zona ajardinada, con un aparcamiento subterráneo en esa amplia ‘pastilla’ de la ciudad. La única ventaja de la actual situación es el bajo coste de mantenimiento y el ahorro de agua de riego en esa ‘zona verde’. Los japoneses estarían avergonzados. Los zaragozanos también, pero de nuestros ediles.

José Manuel Aspas y Aspas. Zaragoza

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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