Cambiar con valentía

Opinión
'Cambiar con valentía'
ISM

Chile acaba de celebrar unos comicios de trascendental importancia para conformar la Convención Constituyente, la Asamblea encargada de elaborar una nueva Constitución que sustituya a la promulgada en 1980 bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

La Constitución neoliberal actual promueve la empresa privada en todos los sectores de la economía, incluidos la educación, la salud y las pensiones, en un país que si bien tiene la renta per cápita más alta de América Latina, también es clasificado como uno de los más desiguales entre las economías avanzadas. Esta desigualdad fue uno de los principales impulsores de las protestas que se produjeron durante 28 días en octubre de 2019, en la que los jóvenes tuvieron una participación esencial. En ellas el cambio de la Constitución emergió como la única salida para reformar este sistema que, para muchos, había terminado por convertir a Chile en una "empresa privada".

Ya en el año 2015, Michelle Bachelet llevó adelante un proceso que redactó un informe denominado ‘Bases Ciudadanas para una Nueva Constitución’. Al no existir acuerdo político amplio no fue posible avanzar. En octubre de 2020, los chilenos aprobaron por una abrumadora mayoría (casi el 80%) cambiar esta Constitución y la elección de una Convención Constituyente que elaborará una nueva Carta Magna, que deberá ser paritaria, un hecho inédito en el mundo, y también será la primera vez que existan escaños reservados (17 de los 155 existentes) a los pueblos indígenas. Siete serán para el pueblo originario mayoritario en el país, los mapuches. Me imaginé la alegría que sentiría Benita, machi, shaman, médica o hechicera del pueblo mapuche y su hija Claudia, maestra, cuando conociera que cuatro mujeres mapuches la van a representar por primera vez y como declaraba una de ellas, la filóloga Elisa Loncon: "Nosotros siempre hemos sido marginados, nunca hemos sido incorporados a las constituciones chilenas, por lo tanto lo que podemos aportar es sustantivo, es profundo, porque vamos con nuestros derechos colectivos, y también nuestra visión sobre el mundo que es la valoración de la naturaleza". Ellas viven en Curarrehue, en la zona lacustre de la región de la Auracanía. Lagunas, volcanes, como el imponente volcán Lanín, junto con las majestuosas Araucarias, especie milenaria y única del sur de Chile, conforman un paisaje imposible de olvidar. Sus hijos e hijas han sido capaces de tomar las riendas de su proceso sociocultural indígena defendiendo su diversidad cultural y su coexistencia. Ellos nos contaron, hace unos años, su deseo de una sociedad que valore y respete su pluralidad cultural y la coexistencia, junto con el compromiso para construir entre todos una sociedad democrática. Como recordó el Papa Francisco, en el 2º Encuentro Internacional de Movimientos Populares, se trata de propiciar un cambio no impuesto desde arriba sino fruto de una conversión que desea otro modelo de sociedad y otro estilo de relación con la naturaleza. Y retomando las propuestas de la encíclica ‘Laudato si’, les exhortó a una ecología integral que cuide de las personas, de la familia y de la tierra.

Chile apuesta por un experimento sin precedentes al ser nuevos actores,
ajenos al sistema político clásico, quienes representarán a la sociedad en
la redacción de la nueva
Constitución del país

Los chilenos han castigado a la clase política tradicional apostando en gran medida por candidatos independientes. Estos forman un grupo heterogéneo donde hay desde defensores del feminismo y del ecologismo hasta luchadores por la justicia social, la educación y la salud, y su éxito es el reflejo en las urnas del estallido social iniciado en otoño de 2019. Es la confirmación del hartazgo con su clase política, si bien la baja participación (43,3%) muestra todavía desconfianza. Es preciso reconocer la madurez y valentía de su sociedad para afrontar el camino. El país apuesta por un experimento sin precedentes al ser nuevos actores, ajenos al sistema político clásico, quienes representarán a la sociedad en el nuevo redactado constitucional. Se conforma un cuadro de alta fragmentación que no tiene por qué ser malo si los representantes elegidos tienen la altura de miras de comprender que es un mandato para buscar consensos equilibrados entre distintos puntos de vista. Para esta nueva andadura les puede ayudar recordar a Gabriela Mistral cuando les decía a sus compatriotas: "Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino".

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