Los centros de datos que Amazon está instalando en Huesca, Villanueva de Gállego y el Burgo de Ebro han de impulsar la modernización de la economía aragonesa y su incorporación plena a la era digital.

 Las obras avanzan según el ritmo previsto y es destacable la intención de la multinacional de acelerar las fases de la inversión que había programado para una década. Para el Gobierno aragonés el objetivo debe ser que estos centros sirvan de locomotora para atraer o desarrollar nuevas inversiones tecnológicas.

La pandemia no solo no ha supuesto un retraso en los trabajos para la instalación de los centros que Amazon Web Services (AWS) está construyendo en Aragón sino que, al haber dado un impulso a la digitalización de todo tipo de actividades, ha convencido a la multinacional estadounidense para acelerar las fases de desarrollo del proyecto que había previsto. Se trata de una inversión muy importante, por su monto y por tratarse de centros claramente ligados a la nueva economía de los datos y el conocimiento; y, puesto que las obras avanzan según lo previsto, hay que esperar que se cumplan los plazos y que los miles de ordenadores que albergarán las naves comiencen a funcionar hacia finales de 2022. La instalación de AWS en tres puntos de la Comunidad confirma el atractivo de Aragón para las inversiones y contribuirá sin duda al relanzamiento y a la modernización de la economía en la salida de la crisis de la covid. En todo caso, para que ejerza el deseable efecto de arrastre, será necesario un esfuerzo, tanto público como privado, para enganchar el tejido empresarial aragonés a la digitalización. De este modo, se podrían atraer nuevos proyectos tecnológicos y favorecer que el desarrollo interno de las empresas aragonesas incorpore actividades cada vez de mayor valor añadido, que les permitan competir y crecer en un entorno en el que las tecnologías de la información y la comunicación son cada vez más relevantes.