Justicia y seguridad

Mañana comienza en Teruel, entre grandes precauciones, el juicio contra el ciudadano serbio Norbert Feher, conocido como Igor el Ruso, por el triple homicidio cometido en Andorra en diciembre de 2017. 

Un crimen que, además de llevar la tragedia a tres familias, sobrecogió a la sociedad aragonesa. Y que no fue un mero suceso, pues obliga a reflexionar sobre el problema de la inseguridad en el medio rural, que contribuye a empeorar los males de la despoblación.

Tanto la epidemia como la peligrosidad del acusado han obligado a la Audiencia de Teruel a disponer especiales medidas de precaución. Será por ello un juicio complejo, con jurado y con la declaración de sesenta testigos y peritos, que periodistas y familiares podrán seguir por vía telemática. El ganadero José Luis Iranzo y los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Caballero murieron por disparos de Feher después de que este peligroso delincuente campara por la provincia de Teruel durante días cometiendo fechorías y causando heridas graves a otras dos personas. Ahora corresponde hacer justicia por estos crímenes, pero al mismo tiempo es necesario actualizar la reflexión sobre la seguridad en el medio rural, en una región con tantas zonas poco pobladas como Aragón. Al tomar posesión de su puesto el pasado lunes, la nueva comandante de la Guardia Civil en Teruel, Silvia Gil, aseguró que pondría todo su empeño para que los habitantes de la provincia se sientan seguros. Y no cabe ninguna duda de la entrega y la profesionalidad de los guardias civiles, tantas veces demostrada. Pero es importante que las autoridades doten a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de los medios adecuados y que faciliten su despliegue en el territorio. Y que valoren acertadamente los riesgos, para tomar a tiempo las necesarias medidas contra los actos delictivos. La garantía de la seguridad es un derecho de todos los ciudadanos, y un factor a tener muy en cuenta para frenar los procesos de despoblación.