Como subrayaba ayer el editorial de HERALDO, Teruel, y todo Aragón, quedan unidos a un relevante hito de la historia de la Guardia Civil. 

Por primera vez en los 177 años del Instituto Armado, y en los 33 desde que se permitió el acceso de las mujeres, habrá una teniente coronel, Silvia Gil Cerdá, al mando de una comandancia.

Su formación y su trayectoria se resumen en un brillante historial y en una vinculación a Aragón de la que dio muestra la jefa de la comandancia en su discurso de toma de posesión, ante la vicepresidenta Calvo y el ministro del Interior. Silvia Gil habló de seguridad, por supuesto. Teruel revivirá la semana que viene la tragedia que supuso el asesinato del ganadero José Luis Iranzo y los agentes Víctor Romero y Víctor Caballero cuando se siente en el banquillo Igor el Ruso. Un terrible suceso puso de manifiesto la inseguridad del medio rural, la carencia de medios y la necesidad de subsanar esa situación de desamparo.

Pero también habló de despoblación y de reto demográfico, y de cómo "el desarrollo tecnológico y la necesidad de igualdad" entre hombres y mujeres son importantes "como palancas para atraer a las mujeres a un nuevo modelo social".

Teruel necesita un buen acceso a internet para un futuro en condiciones. Y sobre todo necesita personas que acompañen los proyectos de quienes trabajan por la provincia. Que destilen el espíritu de servicio, la profesionalidad y la calidez que transmitió, ante quienes pueden mejorar las cosas, la jefa de la Comandancia.