Incertidumbre indeseable
El Gobierno central ha descartado por ahora endurecer las medidas anti-covid de cara a la Semana Santa, pese al cambio de tendencia al alza de la pandemia.
El Ministerio de Sanidad había contactado en los últimos días con las comunidades para sondear la posibilidad de ampliar las restricciones, pero en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud no se ha planteado finalmente modificar las limitaciones. Una vez más vuelven las dudas sobre cómo actuar a las puertas de un periodo vacacional. Estas dudas solo alimentan la incertidumbre, tanto entre los ciudadanos como en el mundo económico.
Las autoridades sanitarias están preocupadas por el aumento paulatino de la incidencia del coronavirus en España, la escalada de la pandemia en Europa y la proliferación de la variante británica, más contagiosa. Por ello, la ministra Darias ha estado en contacto estos días con los consejeros para sondear la posibilidad de adelantar el cierre de la actividad no esencial a las ocho de la tarde. Ante la división entre autonomías, el Ministerio finalmente ni siquiera llevó el tema a la reunión de ayer. Se equivoca el Gobierno al amagar sin dar. Si los datos y los expertos apuntan a que hay que endurecer las restricciones, debiera hacerse, sin caer en los mismos errores que en Navidad. Si, por el contrario, los contagios siguen contenidos, no se debería alimentar la inestabilidad lanzando ‘globos sonda’.
En un contexto en el que todavía queda mucha población vulnerable por vacunar y en el que las UCI de los hospitales continúan muy presionadas, los ciudadanos tienen que seguir actuando con la mayor precaución y el mayor civismo. Ahora bien, los gobernantes también tienen que estar a la altura de las circunstancias evitando los mensajes contradictorios y regulando la lucha contra el coronavirus con eficacia, claridad y diligencia.
