El Gobierno y las comunidades no han llegado a un consenso sobre las medidas conjuntas para la Semana Santa y dejan el acuerdo para la reunión de la próxima semana de la Comisión Interterritorial. Varias autonomías, entre las que está Aragón, apuestan por limitar la movilidad entre distintos territorios durante las vacaciones, aunque otras como Madrid quieren abrir el tránsito. Es lógico mantener las restricciones de viajes entre regiones para no poner en riesgo el gran esfuerzo que están haciendo los ciudadanos y las empresas para evitar una nueva ola de contagios. 

España ha superado este miércoles los 70.000 fallecidos por coronavirus, según los datos de Sanidad, tras sumar 446 muertos en las últimas 24 horas. Es cierto que se mantiene el  descenso en la incidencia, pero se ha ralentizado. De hecho, en Aragón, Salud Pública ha notificado 244 nuevos contagios detectados el martes, 83 más que el día anterior, con lo que el dato repunta incluso por encima del registrado una semana antes (211). En este contexto, no debe cometerse el error de levantar las restricciones demasiado pronto, como ocurrió el año pasado antes del verano y de la Navidad.

La presidenta de la Comunidad de Madrid apuesta por que los turistas puedan acudir a la capital «a mover la maltrecha economía». Las prisas, sin embargo, pueden alimentar una nueva oleada que pondría en peligro el arranque de la campaña de verano, que es la fundamental. Corresponde al Gobierno la responsabilidad de liderar la Comisión Interterritorial de Salud y asumir de una vez sus competencias para establecer unos criterios claros sobre los cierres perimetrales de las comunidades. Si, como afirma la ministra Carolina Darias, «nuestro objetivo sigue siendo salvar vidas y no semanas», solo tiene que demostrarlo con hechos.