Rosendo Tello

La voz física de Rosendo Tello es casi ininteligible. La voz poética es evocadora, cristalina, musical y está cuajada de imágenes.
'Rosendo Tello'
José Miguel Marco

Rosendo Tello acaba de cumplir 90 años y todos estamos de enhorabuena. Rosendo ha sido siempre uno de los poetas más queridos y admirados en Aragón: por su bonhomía y sensibilidad, desde luego, pero sobre todo porque ha sabido hacer de la poesía una forma de vida y de estar en el mundo. Pertenece a esa gran tradición de poetas catedráticos (Pedro Salinas, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Eugenio Frutos…) que no sólo supieron enseñar, estudiar y desentrañar los versos ajenos (Rosendo lo hizo ejemplarmente con los de Juan Gil Albert, entre otros) sino escribir los propios con estro y maestría, por lo que fueron incorporados al canon y los manuales. Hoy Rosendo es ya un clásico (su Premio de las Letras Aragonesas fue de los que no admiten discusión) y todos los poetas en Aragón reconocen su magisterio. No hay otro poeta por estas tierras con su sentido del ritmo (propio, no es casualidad, de quien ha sido a la vez un músico notable), y sus versos se leen siempre con emoción y recogimiento, casi como si fueran materia religiosa. Pero, además, Rosendo pertenece a esa estirpe de hombres serenos en los que la bondad, la educación, los buenos modales les nace de lo más hondo. Y aunque algunos piensan que esas virtudes hoy no cotizan al alza se equivocan, pues cada vez somos más los que las reclamamos para hacernos la vida más fácil y llevadera. Rosendo Tello, el patriarca junto con Fernando Ferreró de nuestras letras, vivió los orígenes del Niké y ha llegado a leer a los últimos poetas del siglo XXI. De ‘Orejudín’ a David Mayor. Envidiable trayectoria.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión