Por
  • Alicia Asín

Que viene el lobo

Rebaño atacado por el lobo en Tardienta
'Que viene el lobo'
H.A.

La reciente polémica a favor de la conservación del lobo como especie protegida está generando un gran rechazo entre los colectivos ganaderos que sufren la pérdida de sus activos. Como siempre, existen razones a favor y en contra suficientemente motivadas para defender todas las posturas. En esta situación, una vez más, la tecnología puede ofrecer un punto de equilibrio y de entendimiento entre las partes. Siempre con el objetivo de mejorar la sostenibilidad y conservación ambiental sin mermar la actividad económica que sustenta la vida de las personas que habitan heroicamente nuestros territorios más despoblados.

La tecnología tiene que ser accesible para esas zonas rurales más aisladas donde el lobo, y no olvidemos al oso, amenazan la supervivencia del ganado. La geolocalización de ambas especies resultaría muy útil para determinar la posición del depredador respecto a sus posibles víctimas. Pero cuidado, la finalidad de todo esto no es solo que al pastor o al granjero le avisen de que viene el lobo. Se trata de aplicar un sistema de alertas para activar mecanismos tanto de disuasión como de defensa. Todo esto ya existe y su aplicación práctica sería fácil de utilizar por los ganaderos. Es cuestión de voluntad política para digitalizar un sector que necesita el apoyo de la administración pública para acceder al conocimiento de las herramientas. Más aún cuando los esperados fondos de recuperación europeos están para generar nuevos modelos productivos que apoyen a los existentes. 

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