Gracias, corruptos

El personal sanitario ha comenzado este 5 de octubre a vacunarse de la gripe.
'Gracias, corruptos'
Toni Galán

Cuando la campaña de vacunación de la covid-19 no había comenzado, pregunté a unos cuantos personajes de nuestra política nacional si se vacunarían en público para disipar las dudas que parte de la población tiene con la seguridad de estos fármacos. La respuesta de casi todos ellos fue muy patriótica: "¿Los otros qué te han contestado?". Me quedé impactado con la falta ya no solo de espontaneidad sino de valentía de la que adolece nuestra política. Eso sí, me ha impactado mucho más cuando he ido descubriendo que en público quizá no, pero muchos políticos en privado, de forma fraudulenta, a escondidas, se han puesto la vacuna. Lo han hecho sin pertenecer a ningún grupo diana designado por la estrategia nacional de vacunación: ni vivían en residencias, ni desde luego eran trabajadores sanitarios de primera o segunda línea. Eran, simplemente, compadres de esa forma de hacer tan zafia del ‘tú ven aquí que esto te lo pongo yo en un minuto’. La escopeta nacional de Berlanga: el parasitismo infructuoso de personajes que dan pasitos en contra de la mayoría porque, total, por este poquito no pasa nada.

Al menos la crisis sanitaria les da la oportunidad de retratarse, dejando claro de facto que son incapaces de administrar el bien común. Luego dependerán de su capacidad retórica, siempre inferior a la capacidad de la gente para pasar de las cosas, para sobrevivir y seguir sacando tajada, hinchando su débil autoestima a costa de los demás. Otros dimitirán, que es una cosa que se ha leído como acto de honra, cuando llegados a ese punto es de obligación moral y poco más.

Sin embargo, este es un país para la fantasía y si creíamos que el argumento de la corrupción se había agotado en las múltiples temporadas de esta serie llamada ‘España’; al menos esta tropa de ladrones vacunales y sus secuaces han conseguido algo positivo: que mientras crece la desconfianza en su trabajo, aumenta en las vacunas de la covid-19, por las que ahora se meten codazos para ser los primeros. La verdad es que no deja de tener un punto hermoso que tras miles de voluntarios y decenas de estudios demostrando la alta eficacia y seguridad de estos fármacos, sea esta panda de jetas la que nos demuestre que las vacunas son una garantía de salud y prosperidad; al contrario que ellos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión