Pedro Sánchez en Zaragoza
El Plan de Recuperación dotado con 72.000 millones de fondos europeos ha de ser una baza esencial para superar los efectos económicos de la pandemia y, sobre todo, para transformar en un sentido positivo la economía española y aragonesa. La presentación que ayer hizo el presidente del Gobierno en Zaragoza incidió en sus principios básicos, pero fue quizá demasiado breve y evitó profundizar en detalles que serán fundamentales.
Pedro Sánchez vino ayer a Zaragoza para presentar ante un grupo de empresarios, junto al presidente de Aragón, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española, que dispondrá de una importante aportación de fondos europeos para financiar proyectos hasta 2023. Es lógico que el presidente quiera transmitir confianza en la gestión que se hará de ese dinero y comunicar los principios que la guiarán. Pero la cita debería haber sido más prolongada para dar la oportunidad de profundizar en los aspectos concretos del plan y en los criterios que se aplicarán desde el Gobierno. Además, al no incluir una rueda de prensa con preguntas, se perdió una oportunidad de contactar con la sociedad aragonesa.
La ayuda europea extraordinaria que España recibirá en los próximos años supone una ocasión histórica para modernizar la economía. Su aprovechamiento va a requerir una estrecha colaboración e implicación de todas las administraciones, de los agentes sociales y de las empresas. Como destacó Lambán, el tejido empresarial aragonés tiene capacidad para absorber y transformar en riqueza permanente esos fondos, siempre que la distribución y la selección de los proyectos se haga en términos equitativos. El lema que el Gobierno ha adherido al plan, ‘España puede’, es estimulante; para hacerlo realidad, los dirigentes políticos tendrán que dejar de lado visiones particularistas y trabajar juntos pensando en el futuro de todos los españoles.
